El papa Francisco condenó hoy los recientes ataques en Noruega, Afganistán y Gran Bretaña, solidarizándose con las familias de las víctimas y calificando la violencia de “una derrota para todos”, así lo enfatizó al término del rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro del Vaticano.
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“La semana pasada tuvieron lugar ataques varios, por ejemplo en Noruega, Afganistán, Inglaterra, que causaron numerosas muertes y heridas”, declaró el pontífice en su acostumbrado saludo dominical desde su balcón.
El pontífice aludía al ataque ocurrido el pasado miércoles en la localidad noruega de Kongsberg (suroeste), donde un individuo armado con un arco y flechas mató a cinco personas, así como al atentado suicida contra una mezquita chií en el sur de Afganistán, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) y que causó al menos 60 fallecidos.
En otro hecho violento se registró el asesinato a puñaladas a un legislador en Inglaterra durante una reunión con sus constituyentes, un hecho que la policía considera un ataque terrorista.
“Expreso mi cercanía con las familias de las víctimas (...) Les imploro, por favor, abandonen el sendero de la violencia, que es siempre un sendero hacia la perdición, una derrota para todos”, expresó el papa Francisco.
Agregó a los fieles que “recordemos que la violencia sólo genera más violencia”.
La policía noruega ha sido criticada por responder lentamente a la masacre en el poblado de Kongsberg; un habitante local de 37 años ha confesado ser el autor de los crímenes y está bajo evaluación psiquiátrica.
En Afganistán, familias de las víctimas del estallido en una mezquita chií en la provincia de Kandahar pidieron al Talibán a que los proteja.
Las autoridades británicas no han identificado públicamente al sospechoso de asesinar al legislador conservador David Amess.