El gobierno británico declaró el domingo que podría empezar a deportar a solicitantes de asilo a Ruanda en los próximos meses, pero solo si los tribunales británicos aprueban la controversial iniciativa.
El Departamento del Interior indicó que busca iniciar los vuelos "antes del verano" luego que la secretaria del Interior Suella Braverman visitó al país africano para ratificar el compromiso del gobierno conservador con el plan.
En la capital ruandesa, Kigali, Braverman se reunió con el presidente Paul Kagame y con el ministro de exteriores Vincent Biruta, visitó alojamientos para caso de que lleguen personas deportadas desde Gran Bretaña, y puso un ladrillo en otro centro de vivienda para migrantes.
"Me ha agradado ver de primera mano las ricas oportunidades que este país puede dar a las personas reubicadas en base a nuestro acuerdo", declaró Braverman.
Biruta dijo que Ruanda le ofrecería a los migrantes "la oportunidad de construir vidas nuevas en un lugar seguro con alojamiento, educación y entrenamiento".
El Reino Unido y Ruanda llegaron hace casi un año a un acuerdo por medio del cual algunos de los migrantes que lleguen a territorio británico en botes serán llevados a Ruanda, donde serán procesadas sus solicitudes de asilo. Los que reciban asilo podrán quedarse en Ruanda en vez de regresar a Gran Bretaña.