Los restos mortales del reportero navarro David Beriain y del camarógrafo vasco Roberto Fraile, asesinados el lunes mientras trabajaban en Burkina Faso, llegaron hoy a España, concretamente a la madrileña base aérea de Torrejón de Ardoz.
Poco después de las 9:00 horas (horario peninsular), como estaba previsto, aterrizó en Madrid un avión del Ejército del Aire desde Uagadugú, la capital burkinesa, donde les esperaban la ministra de Asuntos Exteriores y Defensa, Arancha González Laya y Margarita Robles, así como un grupo de familiares de los fallecidos.
El gobierno de España adelantó que se impondrá a los reporteros la medalla de Honor al mérito civil a título póstumo. El avión también trasladó el féretro del ciudadano irlandés asesinado junto a los españoles, el conservacionista Rory Young, cofundador de la ONG Chengeta Wildlife, dedicada a combatir la caza furtiva. Su cuerpo también fue recibido por la embajadora de Irlanda en España, Sile Maguire.
Ambas ministras señalaron el compromiso de España en la lucha contra el terrorismo en la zona del Sahel; aseguraron que será “implacable” y que trabajarán junto a las autoridades de Burkina Faso y otros socios europeos para esclarecer las responsabilidades en el ataque.
“Hoy todos somos David y Roberto. La lucha de España contra el terrorismo en el Sahel no va a parar. Vamos a hacer lo posible para esclarecer lo ocurrido”, declaró Robles.
España reiteró al gobierno de Burkina Faso que investigue y esclarezca el asesinato de los reporteros, quienes el lunes sufrieron una emboscada en el sureste del país, donde se encontraban grabando un documental sobre la caza furtiva.
González Laya informó que conversó con su homólogo burkinés para conocer los primeros datos de la investigación y para urgir al gobierno africano a identificar cuanto antes a los responsables del ataque, que ya se ha atribuido el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), la filial de Al Qaeda que opera en la zona, para que puedan comparecer ante la Justicia.
El Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez quiere evitar “que se pase pronto página de actos terroristas” como el que costó la vida a los dos reporteros españoles, por lo que reclamó que se esclarezcan sus muertes. “De momento, solo se conocen detalles muy preliminares de lo ocurrido”, según la ministra de Exteriores.
Beriain (43 años) y Fraile (47) formaban parte de un convoy en el que viajaban agentes medioambientales y una escolta militar de seguridad que patrullaba por el parque nacional de Arli, cerca de la frontera con Benin. Los dos reporteros manipulaban un dron para tomar fotografías aéreas cuando comenzó el asalto, tras el que fueron ejecutados.
El siguiente paso será practicar la autopsia para conocer la causa de la muerte. Una vez se conozca el resultado, la Fiscalía, si lo considera oportuno, podrá solicitar a la Audiencia Nacional que abra una investigación para esclarecer el asesinato de los reporteros. Al tratarse de un presunto delito de terrorismo cometido contra españoles en suelo extranjero, el órgano competente para investigar estos hechos es la Audiencia.
Tanto David Beriain como Roberto Fraile tenían una amplia experiencia en zonas de conflicto. A lo largo de su carrera periodística el navarro había trabajado, además de en Irak, en Afganistán, Sudán, México, Libia, Colombia o Venezuela. En el caso del cámara vasco resultó herido en la localidad siria de Alepo por el estallido de una granada.
Desde el año 2000, otros seis periodistas españoles han sido asesinados: Miguel Gil Moreno (Associated Press, Sierra Leona, 2000); Julio Fuentes (El Mundo, Afganistán, 2001); José Luis Percebal (COPE, Marruecos, 2002); Julio Anguita Parrado (El Mundo, Irak, 2003); José Couso (Telecinco, Irak, 2003) y Ricardo Ortega (Antena 3, Haití, 2004).
MRA