El presidente ruso Vladimir Putin firmó un decreto que le permite al país limitar el número de empleados rusos en embajadas de países considerados hostiles o prohibir completamente su empleo.
La medida, anunciada por el Kremlin el viernes, llega en medio de una ola de expulsiones de diplomáticos rusos por parte de Estados Unidos y países europeos y las consiguientes expulsiones en represalia por parte de Rusia.
El decreto instruye al gobierno a crear una lista de países considerados no amistosos. Eso afectaría no solamente las embajadas de esos países, sino también las oficinas consulares y oficinas de instituciones estatales.
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La semana pasada, Estados Unidos expulsó a 10 diplomáticos rusos en conexión con la interferencia de Moscú en la elección presidencial de 2020 y por el hackeo a un software de SolarWinds instalado en agencias federales.
La República Checa también expulsó la semana pasada a 18 diplomáticos rusos calificados como espías, lo que hizo que Rusia expulsara a 20 diplomáticos checos. Eso devastó las operaciones de la embajada checa en Moscú y Praga expulsó a otros 63 diplomáticos rusos, con lo que los dos países alcanzaron el mismo número de diplomáticos en sus respectivas embajadas.
Polonia dijo la semana pasada que había expulsado a tres diplomáticos rusos y Rusia expulsó a cinco polacos en respuesta. Lituania, Letonia y Estonia ordenaron la salida de un total de cuatro diplomáticos rusos.
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