Uno de los problemas en Estados Unidos es la migración y es que miles de personas quieren vivir el sueño americano por las condiciones económicas que se viven en sus países; sin embargo, muy pocos tienen estas oportunidades que en ocasiones se presentan en una sola ocasión, tal es el caso de Jaime Suárez, un defensor legal de origen cubano cuya vocación humanitaria se debe al amor que sus padres le inculcaron.
Jaime nació en Cuba en 1966, luego emigró a España donde vivió un año y más tarde viajó a Estados Unidos donde tuvo la oportunidad de vivir en Nueva York, Nueva Jersey y el norte de Kansas, en este último lugar aprendió a leer y escribir en inglés. Tiempo después, se fue a Miami donde realizó toda su vida académica.
El padre de Jaime era médico y su mamá, enfermera; sin embargo, tuvieron que estudiar nuevamente para poder ejercer en Estados Unidos, lo que implicó comenzar de cero en un lugar diferente, con ideas y formas de actuar distintas.
“Mis padres tuvieron que estudiar y trabajar al mismo tiempo que nos cuidaban, por eso valoro mucho el esfuerzo que realizaron para sacarnos adelante”, dijo el abogado especialista en lesiones personales y accidentes.
Los altibajos en la vida de Jaime
La vida de Jaime no siempre fue positiva, pues dentro de sus años como estudiante, nunca perdió la esperanza de hacer algo que le permitiera ayudar a los demás. Un día, su padre fue diagnosticado con cáncer de colon, por lo que tuvieron que quitarle 60 centímetros de intestino, lo que desconcertó a su familia.
Aunque Jaime no se interesó por la medicina, como sus padres, sabía y estaba convencido que la labor que ejerciera tendría que estar enfocada a ayudar a las personas en momentos complicados. Por ello, decidió dedicarse al derecho, profesión que le ha permitido ayudar a miles de personas en procesos legales complicados y cuyos resultados han sido satisfactorios.
“La justicia es una de las convicciones que me impulsó a seguir esta profesión, pues en ella se puede ayudar a las personas que desconocen sus derechos. Me encargo de asesorarlos y darles las herramientas necesarias para que no sean víctimas de ningún tipo de injusticia social”, detalló.
Jaime Suarez ha comprendido que los seres humanos tenemos sueños y que pueden hacerse realidad si tenemos el apoyo de las personas indicadas, por ello, busca ser esa mano como abogado que algunos necesitan para enfrentar las injusticias del día a día.
“Mis padres ayudaban a la recuperación de las personas; yo ayudo a la recuperación de su libertad, de sus derechos y de su vida. Mi labor altruista se basa en todo lo que ellos vivieron. No quiero que más personas padezcan lo que mi familia. No soluciono sus vidas, pero doy ese impulso que todos los seres humanos necesitamos para hacer realidad nuestros anhelos”, dijo.
Law Offices Suárez & Montero, basada en Miami, acumula más de 3 mil casos manejados y casi dos décadas de experiencia, cuenta también con sedes en los condados de Broward y Duval, Florida. La firma ha representado a víctimas lesionadas en muchos tipos de accidentes que involucran lesiones personales, muerte injusta, responsabilidad del local, entre otros.
“Antes que profesionistas, somos seres humanos y así debemos comprendernos. De mis padres aprendí el amor al prójimo, a mi labor y a mi persona. Son ellos el motor de lo que soy y de lo que aporto a cada una de las personas que llegan a mi vida. Hoy soy esposo y padre de familia que sabe que cada acción que realicé tendrá un impacto en lo que mis hijos quieran realizar. Quiero ser el ejemplo de mis padres para hacer de esta sociedad, algo más humano y equitativo”, concluyó.