México es considerado, a nivel Latinoamérica, el mejor país para el nearshoring, debido a los costos laborales competitivos y las ventajas geográficas por nuestra cercanía con Estados Unidos, así como la compatibilidad con su sistema de producción y mano de obra calificada, factores que hacen que generemos 35,000 millones de dólares anuales con las exportaciones de bienes.
¿De dónde surge y qué es el nearshoring?
El covid-19, además de enfrentarnos a una emergencia sanitaria, puso en jaque a las economías del mundo; uno de los tantos efectos de esta pandemia fue la crisis en la cadena de suministros, lo que originó la relocalización de las empresas a un territorio cercano al de consumo. Con el nearshoring, las empresas reducen costos y aumentan ingresos; mientras que los países receptores se benefician de la llegada de inversión extranjera, se generan nuevos empleos y el desarrollo de capacidades locales.
Uno de los varios casos de éxito del nearshoring en México es Whirlpool. Actualmente, alrededor del 80 por ciento de sus máquinas se fabrican y exportan desde México a Estados Unidos y Canadá.
Aunque el nearshoring ha traído consigo una serie de retos por cumplir, por ejemplo, la construcción de infraestructura, la previsión de recursos naturales y el desarrollo urbano, el cual tiene que asegurar a los contribuyentes una vivienda digna y servicios públicos, la oportunidad de crecimiento de distintos sectores productivos del país es inminente.
Un evento para aprender más
Si quieres conocer más acerca de este fenómeno que impacta a México, Infonavit, en colaboración con Milenio, el Programa LAC del Instituto Lincoln, y el Tecnológico de Monterrey te invitan al Foro Nearshoring Desarrollo Económico y Transformación de Ciudades, este 22 de febrero de 9:00 a 19:00 horas, en donde se analizarán los retos y las formas de superarlos para concretar el potencial del nearshoring. Síguenos en las redes sociales de Milenio.
Este evento contará con la participación de Francisco Cervantes Díaz, empresario mexicano, con más de 28 años de experiencia en negocios relacionados con la industria del plástico, materiales pétreos, sector inmobiliario y agropecuario. Es actual presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), desde donde ha participado activamente en el desarrollo económico del país, a través del Pacto Oaxaca.
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