AB InBev, el imperio cervecero en apuros

FT Mercados

La empresa deberá pagar las enormes deudas que dejaron tres décadas de adquisiciones, mientras trata de impulsar un mayor consumo de cerveza.

La empresa vende 1 de cada 4 cervezas en todo el mundo (EFE).
Arash Massoudi y Leila Abboud
Ciudad de México /

Carlos Brito tiene una sed tan insaciable al hacer negociaciones, que cuando dio a conocer la adquisición de SABMiller por 101,849 millones de dólares en 2015, pocas personas esperaban que el director ejecutivo de Anheuser-Busch InBev se detuviera allí.

Pero su táctica de realizar adquisiciones impulsadas por la deuda, a lo que sigue una implacable reducción de costos para pagar la siguiente compra, parece empezar a fracasar después de que los inversores se asustaron ante la enorme cantidad de deuda neta de AB InBev, 109,000 millones de dólares (mdd). 

Brito, de 58 años, se enfrenta a uno de sus retos más difíciles: administrar las deudas mientras cambia la cultura de AB InBev, a una que sobresale por convencer a las personas para que beban más cerveza. Brito reconoció que la caída de casi 40% en el precio de las acciones del año pasado, fue difícil de soportar tanto para él, como para sus enérgicos empleados, cuyos bonos a menudo se vinculan con el desempeño de las acciones.

“Hubo un cambio en el estado de ánimo entre los inversionistas en los mercados emergentes y las empresas que tienen una deuda alta”, dice. Pero el periodo de volatilidad pasará, y AB InBev pronto volverá a estar en la cima, predice. “Seguimos teniendo mucha confianza en nuestra presencia, las marcas y nuestra gente”.

El instinto depredador de Brito es tan fuerte, que un asesor cercano al jefe de AB InBev lo compara con un tiburón: “No puede estarse quieto. Simplemente no está en su naturaleza. Las fusiones y adquisiciones están en su sangre”, dice.

 Sin embargo, el año pasado le quitó brillo al récord estelar de AB InBev. El múltiplo de su relación precio/beneficio se desplomó a niveles no vistos desde 2012, y ahora es más bajo que el de su rival Heineken.

 El precio de las acciones está a la mitad de su máximo de 122.5 euros, que la compañía alcanzó poco después de anunciar la adquisición de SABMiller. 

Ese acuerdo fue la culminación de tres décadas de adquisiciones alimentadas por deuda que encabezó Brito, y tuvieron el respaldo de los multimillonarios brasileños detrás de 3G Capital. Juntos, los hombres consolidaron la fragmentada industria cervecera global y crearon un coloso que ahora vende 1 de cada 4 cervezas en todo el mundo.

Pero el acuerdo le impuso a AB InBev enormes deudas y no logró el crecimiento de volumen prometido, a pesar de la presencia de SABMiller en África, una región con alto nivel crecimiento. Y aunque los ahorros prometidos en gran medida se agotaron, el entorno macroeconómico se puso en contra de AB InBev, con los mercados emergentes desde Brasil hasta Sudáfrica en descenso.

 Dado que su enorme monto de deuda está en gran parte en dólares, la conversión de moneda significó que se desaceleraron los pagos, lo que generó inquietudes entre los inversores. 

El Dato.

109,000 mdd

es la deuda neta de Anheuser-Busch InBeves

Para calmar los temores, la compañía redujo a la mitad su dividendo en octubre, a fin de ahorrar alrededor de 4,000 mdd al año, y a principios de este mes refinanció una parte de su deuda de 16,500 mdd para desplazar los vencimientos.

 Sin embargo, detrás de la caída del precio de la acción se encuentra la percepción de algunos inversores de que AB InBev llegó al final de su estrategia de adquisiciones y entra en una fase más difícil.

 La compañía estuvo encabezada por ejecutivos entusiastas de finanzas que se enfocaron en reducir los costos, quienes ahora se convierten en expertos de mercadotecnia con ideas nuevas para su rescate. 

Brito dijo estar muy emocionado con las perspectivas de AB InBev y está convencido de que su cartera de marcas, entre ellas Budweiser, Corona y Stella Artois, tienen un atractivo muy extenso. 

Los inversores esperan que su optimismo tenga buenas bases. Por ahora, pocos han criticado públicamente al ejecutivo brasileño, quien aún es una leyenda en el negocio de la cerveza. 

Pero Marcus Morris-Eyton, gerente de cartera de Allianz Global Investors, uno de los 25 principales accionistas de AB InBev, menciona que el grupo cervecero necesita cambiar sus modos.

 “Claramente, seguir con las grandes adquisiciones es más difícil ahora debido a su escala, por lo que deben ser cuidadosos en equilibrar el enfoque de costo y sinergia después de la integración de SAB, con el objetivo igual, si no más importante, de acelerar el crecimiento de los ingresos”, dice Morris-Eyton.

 “Como líderes de esta industria, les corresponde hacer crecer al mercado de la cerveza en general, sobre todo cuando enfrenta desafíos por el aumento de las cervezas artesanales y los consumidores más jóvenes, quienes prefieren el vino y los licores”, añade el gerente de Allianz Global Investors.


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