El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) afirmó que el principal reto a futuro para el país es la recuperación de la actividad económica por medio de la inversión, por lo que se requiere un gobierno facilitador, sin subsidios, ni privilegios, sin amenazas y agresiones contra el sector privado.
En su análisis ejecutivo el Ceesp señaló que los resultados en materia económica a la mitad del sexenio han sido pobres, y que basados en la evolución de los principales indicadores económicos, y la línea que la administración parece decidida a mantener, no se percibe una evolución más positiva más allá del rebote posterior al 2020.
“El principal reto a futuro es la recuperación de la actividad económica. Solo de esa manera se pueden mejorar los ingresos de los hogares, abatir la pobreza, elevar la movilidad social, y lograr un verdadero mejoramiento del bienestar. La forma de lograrlo es mediante mayor inversión, tanto pública como privada”, aseveró.
El organismo perteneciente al Consejo Coordinador Empresarial (CCE), expuso que actualmente se presenta un ajuste a la baja de los pronósticos de crecimiento para el presente y siguiente año, y que entre varias tendencias inquietantes, están el bajo crecimiento, el deterioro del mercado laboral y el repunte de la inflación.
Destacó que el reto es que la inversión productiva se eleve a 25 por ciento del PIB, lo que es significativo ya que actualmente representa aproximadamente 18 por ciento, donde la inversión física ha caído 12.3 por ciento entre el cierre del 2018 y el segundo trimestre del presente año. Ello dentro de un entorno de inseguridad y fallas del estado de derecho, lo que ha propiciado medidas arbitrarias que ahuyentan nuevas inversiones.
“Para alcanzar la meta mencionada de inversión, se requiere un cambio de rumbo, un gobierno facilitador. Sin subsidios ni privilegios, un gobierno facilitador asegura reglas claras y justas, con respeto y aplicación del estado de derecho para la inversión, además de otras actividades. La adopción de una estrategia de este tipo podría revertir los malos resultados de la economía y abrir muchas oportunidades para la eliminación de la pobreza y para generar movilidad social”, aseguró.
En ese sentido señaló que un cambio de rumbo, privilegiará la inversión en capital humano en el ciclo de vida, vía educación que generará capacidades productivas y salud desde la niñez, así como la creación de empleos de calidad, situaciones que podrían eliminar la pobreza y desatar la movilidad social.
“No obstante, lo que se puede apreciar, es que el gobierno continuará en la senda de la primera mitad del sexenio, caracterizada por amenazas, agresiones, y acciones legales del Ejecutivo contra de las instituciones del Estado y al sector privado. Eso se suma a los deficientes resultados en la marcha de la economía, y la creciente inseguridad pública para formar un ambiente que refuerza los factores limitantes del crecimiento de la economía”, resaltó el Ceesp.
Agregó que son preocupantes las presiones inflacionarias, que si bien se sostiene que las causas son transitorias, persisten y se agudizan, por lo cual las expectativas inflacionarias siguen elevándose, donde el pronóstico promedio de los especialistas del sector privado prevé que al cierre del año la inflación se ubique en 7.6 por ciento y para 2022 en 4.2 por ciento. “La inflación complica la situación de la economía en general”.