AMLO y el sector privado se unen para activar la economía

FT Mercados

El CCE espera que el gran plan de infraestructura de Andrés Manuel López Obrador ponga en marcha la economía de México.

Carlos Salazar Lomelín.
Jude Webber y Michael Stott
Ciudad de México /

El sector privado de México apuesta a 1,600 proyectos de infraestructura que realizarán en conjunto con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para dar vida a la economía del país, dice el líder del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Carlos Salazar Lomelín, exdirector ejecutivo de Coca-Cola FEMSA y actual presidente del CCE, podría parecer un defensor poco probable del político de izquierda que ganó con una victoria aplastante el año pasado, al prometer que se enfrentará a “la mafia del poder” en los negocios y la política, eliminar la corrupción y corregir la flagrante desigualdad social de México.

Pero los dos hombres se reúnen de manera regular. “Sin confrontaciones y explicando, es lo que funciona con este gobierno de López Obrador”, dice Salazar en entrevista con FT. 

El presidente de México consternó a los inversionistas hace un año al desechar un aeropuerto parcialmente construido de 13,000 millones de dólares (mdd). También anunció planes de gastar los escasos fondos públicos en una refinería de 8,000 mdd en su estado natal de Tabasco, en un momento en que la economía se paraliza y tanto Pemex como la deuda soberana enfrentaban rebajas en sus calificaciones.

Sin embargo, Salazar ve un acercamiento con el sector privado “que habría parecido imposible hace unos meses”. Destacó un acuerdo reciente que evitó una batalla legal sobre los contratos de gasoductos con grupos estadounidenses, canadienses y mexicanos, algo que “habría sido más problemático que el aeropuerto cancelado”, y las recientes discusiones sobre la política energética.

 Ahora está trabajando con otros líderes empresariales y el gobierno para trazar un paquete de infraestructura que vaya más allá de los planes emblemáticos de la refinería, el tren y el aeropuerto alternativo de López Obrador. 

“Espero que en los próximos dos meses podamos lanzar un gran plan de infraestructura. Identificamos 1,600 proyectos que se pueden realizar en este mandato presidencial de seis años”, dice, sin dar detalles. El gobierno del presidente de México sostuvo durante mucho tiempo que la inversión debe aumentar de 21% a 25% del Producto Interno Bruto (PIB) para alimentar las tasas de crecimiento anual de 4% que prometió.

El Dato.

1,600

proyectos de infraestructura ha identificado el sector empresarial que se pueden realizar en este sexenio


 La economía del país se contrajo en el primer trimestre y el crecimiento fue cero en el segundo, lo que hace que el objetivo oficial de un crecimiento de entre 0.6 y 1.2% este año, y de 2% en 2020, parezca demasiado optimista para muchos economistas.

El gobierno ejerce una fuerte restricción a los gastos para liberar efectivo para proyectos sociales y la confianza empresarial resultó golpeada. Como resultado, la Inversión Fija Bruta cayó más de 7% en junio, en comparación con el mismo mes de 2018, de acuerdo con las últimas cifras oficiales, con una caída en la inversión en la construcción de 4.5% y un gasto en maquinaria y equipo, 11% más abajo. 

El presupuesto 2020 asignó solo 1.3% del PIB a la inversión física, sin contar la inversión en Pemex. Ese es un mínimo histórico, México Evalúa, un grupo de expertos, señaló que el transporte y el agua sufrieron recortes de gastos de 35%. Además, la creación de empleo formal se encuentra también en un mínimo desde hace 10 años. 

“México necesita un detonante en su economía y la inversión pública debe serlo... cuando inviertes en infraestructura, atraes la inversión”, dice el empresario. A pesar de su apoyo, a Salazar no le falta un sentido crítico. “Muchas cosas podrían mejorarse y algunas francamente son preocupantes”, dice. 

Un proyecto de ley que podría motivar la expropiación de empresas y la detención automática previa al juicio por evasiones fiscales, causan preocupación a algunas personas dentro de la comunidad empresarial. Aún así, Salazar cree que López Obrador estaba escuchando y que podría estimular la inversión con solo “pequeños cambios en la narrativa”. 

Por su parte, Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, se muestra un poco escéptico. “El principal desafío del gobierno con las empresas es restaurar la confianza para que la inversión pueda fluir”, dice. Pero Salazar dice que el diagnóstico de López Obrador de los males de México es correcto.

 “Tenemos que ser proactivos, no reactivos… el país necesitaba una reestructuración llamada Andrés Manuel López Obrador, un líder que podría recordarle al país que no hemos progresado, que la corrupción es un problema muy grave”, dice. “No sé si puede resolver esto, pero el sector privado tiene un importante papel que desempeñar”, concluye el líder del CCE.



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