La Cámara Nacional de las Industrias Azucarera y Alcoholera (CNIAA) advirtió de la gravedad que se cierne sobre el sector, provocada por acusaciones sin sustento e iniciativas que satanizan el endulzante de ser responsable de la obesidad y otros problemas a la salud de los mexicanos.
En un comunicado, el presidente del organismo, Juan Cortina Gallardo, mostró su preocupación por que estos ataques han subido de tono en las últimas semanas sobre iniciativas que pretenden castigar injustamente el consumo de productos con azúcar.
En ese sentido agregó que estás iniciativas buscan imponer mayores impuestos, etiquetados más agresivos, prohibiciones de venta, e incluso insinuando sin justificación una relación entre el consumo de azúcar de caña y los efectos del coronavirus, lo cual puede ocasionar daño al sector.
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“Pueden afectarse seriamente muchas familias del campo como resultado de las iniciativas que injustificadamente adjudican al azúcar de caña problemas de salud, de los cuales no es responsable; como sí lo pudiera ser el consumo al alza del jarabe de maíz de alta fructosa y otros edulcorantes artificiales y sintéticos”, aseveró.
Expuso que el proceso de sustituir azúcar de caña por otros edulcorantes, no ha resultado en beneficios a la salud de la población mexicana, ni tampoco imponer impuestos a los productos naturales del campo como la caña de azúcar, mientras se exentan otros edulcorantes artificiales.
Destacó que la llamada reformulación de productos que incentivan las autoridades, "alejan al consumidor de los productos naturales y del campo, hacia productos más procesados o ultra procesados, sin beneficios para la salud y contraproducentes".
En ese sentido Cortina Gallardo, hizo un llamado a las autoridades federales y estatales, así como a los cuerpos legislativos, a fortalecer la salud pública y al campo mexicano y evitar caer “en iniciativas que dañen a nuestro campo cañero, sin beneficiar a la salud de nuestra población”.
Recordó que el azúcar de caña es un producto que se ha consumido en México por 500 años y nunca se acusó que causara problemas de salud, sino que, por el contrario, la Ley considera al azúcar de caña un bien de consumo básico para la población.
El representante del organismo indicó que el consumo de azúcar de caña por habitante en México ha disminuido 36 por ciento en los últimos 25 años, "por ello la caída en la ingesta de este producto no puede ser la causa del incremento en sobrepeso, obesidad, diabetes y otras enfermedades en el mismo período".
“En términos económicos, la agroindustria del azúcar de caña genera 500 mil empleos directos y 2.4 millones de indirectos en 267 municipios rurales a lo largo de 15 estados de nuestro país, donde la actividad azucarera es el principal motor económico de la zona, y no existen muchas alternativas de empleo”, detalló.
Por último el líder de los industriales explicó que los 50 ingenios azucareros del país, compran anualmente más de 50 millones de toneladas de caña que se cultiva en más de 800 mil hectáreas del territorio nacional, con más de 180 mil cañeros, que a su vez emplean a una gran cadena de jornaleros, cortadores y transportistas.
srgs