A pesar de que las autoridades financieras han hecho esfuerzos de la mano de la banca para que ésta no se convierta en un amplificador de la crisis económica, Fabricio López-Gallo, director gerente de estabilidad financiera del Banco de México (Banxico), consideró que ante la incertidumbre hacía el futuro, el choque en los mercados y la necesidad de liquidez precautoria, es necesario ver cómo se materializa el riesgo de crédito en los balances de los bancos.
Durante su participación en el foro virtual Moody´s Latin Series, el directivo del banco central mencionó que luego de que se concluyan los plazos de entre cuatro y seis meses de periodo de gracia que los bancos otorgaron a sus clientes, “empezaremos a ver como estas cartera comienzan a despertar y se tendrá una idea más clara de cuál será el comportamiento futuro, pero no hemos visto un brinco en la morosidad, pero hay que seguirlo de cerca y cuál es el impacto”.
Además, reconoció los esfuerzos de la banca para que los acreditados no tengan repercusiones en su historial crediticio, esto luego de no lograr estar al corriente en el pago de sus préstamos bancarios, como es el caso del programa anunciado por la Asociación de Bancos de México para buscar soluciones.
De acuerdo con las cifras más recientes dadas a conocer por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la morosidad en la banca en junio de este año fue de 2.14 por ciento cifra ligeramente superior a 2.09 por ciento de junio del 2019, pero menor a 2.34 por ciento de mayo.
El experto también consideró que como sistema se sigue teniendo un reto importante en términos de competencia y en inclusión financiera, que a pesar de ser solidas se encuentran enfocadas en nichos específicos.
“Los bancos de nicho son relativamente pequeños por lo que su huella sistémica y su nivel de interconexión es reducido que el de los bancos sistémicos, por lo que sería difícil sustituirlos y que claramente enfrentan retos particulares sobre todo si están dirigidos a los sectores más afectados”, dijo.
Agregó que tanto la Comisión Nacional Bancaria y de Valores como el Banxico han tomado acciones para que el sistema financiero no sea un amplificador del choque que ha traído la crisis económica, evitando que el sistema fuera excesivamente procíclico y dejara de cumplir su mandato de ser un puente entre ahorradores y demandantes del crédito para que una vez que se tenga menos incertidumbre la recuperación sea más rápida.
En este sentido, el directivo del Banxico destacó que la banca en general se mantiene sólida ante los desafíos que enfrenta por la pandemia y la caída en el crédito durante este año, principalmente por las reformas generadas en el sistema financiero mexicano e internacional y actualmente manteniendo un nivel alto de capital capaz de absorber las pérdidas en episodios de estrés y con suficiente prudencia en la originación de créditos y negocios.
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“Algo que ha ayudado a que la banca mexicana pueda enfrentar esta coyuntura con una posición de capital y de liquidez muy sólidas son todas las reformas que el sistema financiero mexicano empezó después de la crisis de 1995 y consolidó en los primeros años del 2000, aunado a las reformas internacionales y la implementación de Basilea III encontramos a una banca que tienen niveles de capital y solvencia que no tenía en los episodios anteriores”, destacó López-Gallo.
Por su parte, Celina Vansetti-Hutchins, directora gerente de banca para Moody's, aseguró que como expertos han notado que los bancos mexicanos contaban con el capital y activos suficientes previo a la crisis económica actual, a pesar de que, en septiembre del año pasado, la agencia calificadora pasó de estable a negativo las perspectivas de operación ante un menor crecimiento económico a largo plazo.
“La pandemia trajo problemas que son mucho más amplios a la desaceleración económica que ya se estimaba, luego de un crecimiento de 9 por ciento en 2018 ahora vemos un 10 por ciento negativo en 2020, que dependiendo de la trayectoria ,esto podría durar de tres hasta seis años”, consideró.
MRA