Como consecuencia de la crisis generada por la pandemia de covid-19, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) dio a conocer que los bancos perdieron 107 mil millones de pesos provenientes de los créditos que los clientes no pudieron continuar pagando, pese a ser apoyados por los programas de diferimiento que se implementaron desde marzo pasado, mismos que equivalente al 10 por ciento del total del programa original.
Durante la ceremonia de inauguración de la 84 Convención Bancaria, el presidente de la Comisión, Juan Pablo Graf Noriega señaló que el balance de los programas de diferimiento de intereses y capital por hasta seis meses al mes de enero de 2021, el monto de los créditos amparados por los criterios contables ha disminuido en 177 mil millones de pesos desde su instrumentación. De esta cantidad, 60 mil millones correspondió a castigos de cartera para créditos incobrables, 49 mil millones de pesos por amortización y 68 mil millones a liquidación.
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El titular de la CNBV indicó que, al revisar las carteras en octubre, el 80 por ciento de los créditos terminó su etapa de apoyo, quedando pendiente un 20 por ciento para los meses de noviembre a enero.
“Las familias que recibieron este apoyo pudieron usar los recursos para afrontar otros desafíos que afrontaron por la pandemia. Al mes de octubre, el 80 por ciento de los créditos terminó su etapa de apoyo, quedando pendiente un 20 por ciento para los meses de noviembre y enero.
Al despertar, dijo, las carteras empezaron a configurarse en tres grupos de acreditados: quienes podían reactivar pagos sin ningún problema, quienes necesitaban algún tipo de revisión a las condiciones de pago o reestructura de sus créditos para no caer en incumplimientos y acreditados muy afectados que no iban a poder hacer frente a sus compromisos, debido principalmente a que perdieron el empleo o sus negocios cerraron.
Programa de reestructura de créditos
Así, Juan Pablo Graf indicó que el 79 por ciento de los créditos que se acogieron a los apoyos permanece vigente, debido a que los acreditados fueron residentes o se les apoyó con reestructuras.
Posterior a estos apoyos, mismo que concluyeron en septiembre, el segundo programa de los programas de reestructuras instrumentados por los bancos, para hacer frente al despertar de las carteras, consistieron en revisar las condiciones de pago para adaptarlas a la nueva realidad económica de los acreditados.
Graf Noriega dijo que se han realizado alrededor de siete millones de reestructuras por un monto de 210 mil millones de pesos, de los cuales, 53 por ciento se beneficiaron de los programas previos.
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Aumenta morosidad
En tanto, el efecto en el índice de morosidad en los créditos amparados en los criterios contables especiales, que no pudieron seguir pagando, comenzó a resentirse a partir de noviembre de 2020, en noviembre, el índice de Morosidad (IMOR) de dichos créditos reportó un nivel de 1.4 por ciento, para pasar a 5.3 en enero del presente ejercicio, este último dato se explica por el impacto de los créditos que despertaron en octubre y no pudieron acreditar el pago sostenido en los siguientes tres meses, mencionó el funcionario.
“Particularmente destaca el despertar de los créditos al consumo que se acogieron al despertar del programa, cuyo IMOR a enero fue de 12 por ciento, el de la cartera comercial de 3.4 y la vivienda, que ha sido más resistente, 2.8 por ciento”.
lvm