La fusión entre los bancos españoles BBVA y Banco Sabadell no logró un acuerdo sobre los términos financieros de la operación, por lo que se suspendieron las conversaciones de lo que se preveía como la creación de una de las instituciones financieras más grande en España, lo que además deja en el aire el futuro de la entidad británica TSB, propiedad de Sabadell.
Es previsible que el descarrilamiento de las negociaciones ejerza una mayor presión sobre Sabadell, que había sido considerado como el eslabón más débil de la eventual operación.
La entidad dijo que en el primer trimestre de 2021 anunciará un nuevo plan de negocio, "que priorizará el mercado doméstico como fórmula para incrementar la eficiencia en el uso del capital y los recursos del Grupo".
Entre otras medidas, el banco adelantó que ampliará el programa de eficiencia y transformación en el mercado "retail" o banca minorista en España.
Antes de iniciar las conversaciones formales con BBVA a mediados de noviembre, Sabadell se centró en un plan de eficiencia para España y TSB. En una nota de prensa del viernes, la entidad dijo que ahora analizará "alternativas estratégicas" para sus activos internacionales, incluyendo TSB, que compró en 2015.
Los bancos europeos se enfrentan a tipos de interés ultrabajos y las consecuencias de la pandemia de covid-19 les obligan a centrarse en la reducción de costes, ya sea por sí solos o a través de fusiones.
Los dos bancos habían anunciado el 16 de noviembre conversaciones de fusión con el objetivo de crear el segundo banco del mercado español con casi 600 mil millones de euros en activos.
Sin embargo, dos días después, el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, había dicho que no había prisa, que el banco analizaría todo cuidadosamente y que también tenía otras opciones, como un importante programa de recompra de acciones.
Los dos bancos confirmaron que las conversaciones terminaron en sendos comunicados.
MRA