El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) alertó que la crisis derivada de la pandemia de covid-19 llevó a la necesidad de responder fiscalmente para contrarrestar sus efectos; sin embargo, las economías de América Latina y el Caribe enfrentan desafíos, pues estaban en un proceso de consolidación fiscal y bajo crecimiento y ahora el financiamiento se encarece, debido a un aumento en las primas de riesgo y depreciación de las monedas.
En las circunstancias actuales, explicó el BID, es necesario un estímulo fiscal, pero al mismo tiempo las condiciones de financiamiento se deterioran, ya que las primas de riesgo se incrementaron sustancialmente, en más de 600 puntos base, en promedio, durante el año.
En el documento Posibles consecuencias macro-fiscales del covid-19 en América Latina, el BID señaló que en la última década la mayoría de los países de la región estableció leyes de responsabilidad, marcos de mediano plazo y reglas fiscales, los cuales elevaron la institucionalidad de la región; sin embargo, a pesar de los esfuerzos, la pandemia se enmarca en un contexto de poco espacio fiscal.
El escenario, abundó, está caracterizado por el bajo desempeño del crecimiento económico y la persistencia en el déficit fiscal, que contrasta con las economías avanzadas en las cuales, a pesar de grandes incrementos de deuda pública, las tasas de interés son bajas y por lo tanto tienen más margen de maniobra.
Para retornar hacia la senda de sostenibilidad fiscal, indicó el BID, es necesario que los gobiernos establezcan mecanismos para que los incrementos en el gasto sean transitorios y no se conviertan en rigideces presupuestarias más adelante, así como priorizar la transparencia fiscal en cuanto a reconocer la magnitud del choque en los balances fiscales y la deuda pública, también en las operaciones fuera del presupuesto y cuasi-fiscales como la capitalización de fondos de garantías y otro tipo gastos para sostener al sector privado (como el pago parcial de la nómina salarial y garantías en créditos).
Espera el IMEF caída de 6.7%
El consenso de los economistas encuestados por el Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF estimó una contracción del PIB en México de 6.7% para este año, lo que implica una caída sin precedentes tanto en el segundo trimestre como en el año completo, según la serie publicada por Inegi, disponible desde 1980. “Esto sugiere que la recesión de 2020 será más severa que la de 2009 y con mayor impacto en el empleo, pues el el sector no manufacturero, que comprende los servicios y el comercio, muestra un debilitamiento más acelerado (disminución de 3.7 puntos) que el no manufacturero (reducción de 3.2 puntos)”.