La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) culminó por debajo de la barrera psicológica de los 50 mil puntos al cierre de la jornada de este viernes, arrastrada por una ola de aversión a los activos de riesgo debido a preocupaciones por la variante Omicron de covid-19.
El índice referencial local S&P/BMV IPC bajó 2.24 por ciento a 49 mil 492.52 puntos con un volumen de 170.1 millones de títulos negociados. La plaza anotó su tercera caída semanal consecutiva, de 2.6 por ciento.
En tanto, Wall Street cerró una semana volátil de resultados mixtos con la peor caída del año, motivada por las noticias de una nueva variante de coronavirus detectada en Sudáfrica, que desembocó en un descenso del Dow Jones de más de 900 puntos, y un retroceso de más de 10 dólares en el precio del petróleo.
Los tres indices de referencia acumulaban pérdidas semanales, en el caso del Dow Jones por tercera semana consecutiva, al registrar un descenso desde el lunes del 2.71 por ciento para el principal índice de referencia, una caída que en el caso del S&P 500 fue del 2.34 por ciento y en del Nasdaq del 3.14 por ciento.
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En las plazas europeas también se registraron importantes retrocesos motivados por el coronavirus: París ha caído 5.24 por ciento, Fráncfort 5.59 por ciento, Madrid 4 por ciento, Milán 5.43 por ciento y Londres 2.49 por ciento.
En principio, los analistas de Wall Street esperaban una semana volátil, motivada, entre otras cosas, por la festividad de Acción de Gracias, que hace que las cinco sesiones normales se conviertan en 3.5 por la festividad del jueves y la media sesión del viernes, y que el volumen de compraventa se reduzca notablemente, lo que da inestabilidad al mercado.
Sin embargo, el coronavirus estaba en el punto de mira de los inversores ya desde la primera jornada de la semana por un repunte de casos de covid-19 a nivel global y la posibilidad de nuevas restricciones, que se empezaron a ver en Austria y Alemania.
Pero fue este viernes cuando el virus desató una oleada de ventas en Wall Street, en reacción a las noticias de una nueva variante en Sudáfrica que según los expertos había mutado un buen número de veces, algo que podía causar que la vacuna desarrollada dejara de ser efectiva.
La sesión, que se esperaba se viera impulsada por el Black Friday en Estados Unidos, en el que se preveían altos niveles de consumismo, abrió ya con pérdidas de cerca de 800 puntos para el Dow, y descensos igualmente destacados para el S&P y para el Nasdaq.
Los inversores no dieron señales de esperanza en ningún momento de la jornada, que fue especialmente dura para negocios que se verían especialmente afectados si se produjeran nuevos confinamientos y se impusieran nuevas medidas para tratar de contener la pandemia.
AMP