La compañía Braskem Idesa trabaja en formar parte del Padrón de Integridad Empresarial que lanzó la Secretaría de la Función Pública para promover la prevención de la corrupción en las contrataciones públicas.
Asimismo, estiman conseguir el próximo año la certificación ISO 37001 que establece las directrices para integrar un sistema de gestión que permite a las organizaciones prevenir, detectar y enfrentar el soborno.
De acuerdo con Efraín Rivera, director de Compliance para Braskem Idesa, la empresa retomó las directrices de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Canacintra y del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), entre otras, para construir un Sistema de Integridad robusto que le permite hacer frente a los riesgos propios de la industria.
Parte de los resultados de este sistema se han visto reflejados en publicaciones como el ranking 500 Frente a la Corrupción: Integridad Corporativa (IC500) que elaboran las organizaciones mexicanas contra la Corrupción y la Impunidad, y Transparencia Mexicana, donde se ubicaron en el lugar 155 entre las 500 empresas más grandes del país en materia de transparencia.
“Como parte de la labor de Compliance o la labor de integridad, nosotros debemos de cumplir con esas normativas que ya tenemos como industria y aparte también tener el control de la corrupción o lucha contra la corrupción. El principio es hacer todo este análisis y enfocarte en los riesgos, ver qué riesgos tienes y de ahí desarrollar procedimientos, controles o políticas”, indicó el directivo.
Destacó que el área de Compliance o de integridad contribuye en todas las áreas del negocio al cumplimiento de las regulaciones como si fuera el guardaespaldas del negocio, al darle dirección ante los riesgos.
Esto lo logran, dijo, a través de las subdirecciones como son Auditoría interna, Controles Internos y Due Diligence. Entre ellas realizan en todas las áreas el mapeo, análisis y monitoreo de riesgos en cuanto a seguridad, riesgos ambientales, laborales e incluye el tema de corrupción.
Este sistema tiene su columna vertebral en el Código de ética de la empresa que conforman la cultura laboral. Para ello se aplica cero tolerancias e incluye sanciones para quien lo infringe en cualquier escala jerárquica. Además, tienen un Código de Conducta especial para terceros, como subcontratistas o proveedores.
“Tienes que demostrar lo que estás haciendo: que tienes tu código de conducta, que cumples con el pago de tus impuestos, que tienes procedimientos para luchar contra la corrupción y evitar que gente corrupta entre a tu compañía”, concluyó.
RRR