En un contexto de desaceleración económica, en países avanzados, el margen de maniobra de la política monetaria es limitado, pues tienen niveles de inflación muy bajos; sin embargo, en países emergentes sí hay mayor espacio, indicó Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés).
“La política monetaria en los países emergentes sigue siendo efectiva y no tiene problemas, los países emergentes no tienen el problema de una inflación muy baja, de una inflación que no sube y de tasas muy bajas que ya están incluso negativas, ese no es un problema de países emergentes”, señaló.
En entrevista con MILENIO, al margen de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, Carstens explicó que en los países emergentes la prudencia monetaria y fiscal sigue siendo lo adecuado.
En el caso de las economías avanzadas, abundó, la política monetaria ha hecho mucho en los últimos diez años para promover el crecimiento mundial, pero ya su efectividad se ha venido reduciendo.
“Es como una medicina que llega un momento que deja de tener el efecto deseado, entonces, lo que es importante ahora es que otras políticas vengan a respaldar el impacto que puede tener la política monetaria, no quiere decir que la política monetaria se tenga que volver contraccionista, pero simplemente esperar a que las tasas sigan bajando, ya siendo negativas es muy difícil contemplarlo”, señaló el gerente general del BIS.
Y agregó “diría que el tema es que la política monetaria expansiva está llegando a un límite, lo importante es que haya coordinación (entre la política monetaria y la fiscal), ahora hay que reconocer que también hay países que no tienen espacio fiscal, que tienen problemas de sostenibilidad, obviamente eso no pueden usar ese instrumento, pero hay otros problemas que no tienen problema de sostenibilidad y que sí podrían usar el espacio fiscal, ahí sí sería importante que se aplicaran en eso”, concluyó.
MRA