Para mitigar los efectos de la crisis social que ya se empieza a vivir en el país, no es suficiente los programas sociales que el gobierno de México busca implementar y mucho menos el poder retirar recursos de las Afores de los trabajadores, aseguró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
En su análisis ejecutivo el Ceesp señaló que la precarización del empleo era algo que ya venía a la baja desde el año pasado, sin embargo, indicó que esta situación se agudizó con la crisis sanitaria y la consecuente parálisis del aparato productivo, derivando en un deterioro de las expectativas de crecimiento para el segundo trimestre del año.
“La continuidad de los programas sociales oficiales, y la posibilidad de retirar mayores recursos de las Afores por parte de los desempleados, más allá de su pertinencia económica, simplemente no son políticas suficientes para aliviar de manera significativa la grave crisis social que ya se empieza a vivir”, aseveró.
Expuso que sin esfuerzos como los que se han recomendado en reiteradas ocasiones por múltiples actores de la sociedad, “es factible que se puedan recuperar empleos, especialmente informales, pero la precarización laboral seguirá siendo un factor determinante de los niveles de pobreza”.
El Ceesp que pertenece al Consejo Coordinador Empresarial (CCE), reiteró que la falta de apoyos claros y concretos por parte del gobierno federal para mitigar los efectos de la crisis, “tiene que ver con la severidad de los aumentos de la subocupación y desocupación de la población económicamente activa”.
“Realmente no se sabe la cobertura de los programas sociales del gobierno, que podría indicar cuanto de esa población está siendo protegida. Parecería que no mucho, ya que los trabajadores informales urbanos en su mayoría no parecen ser niños con becas o personas de la tercera edad o jóvenes construyendo el futuro”, resaltó.
Indicó que, de vuelta a la normalidad en el mercado laboral, lo ideal sería recuperar muchos empleos y al menos de la calidad previa. “No son solo los 12.5 millones de puestos de trabajo que se perdieron, sino que sería deseable al menos recuperar la pérdida de empleos de tiempo completo y satisfactoriamente remunerados”.
“Sin embargo, la coyuntura, la falta de políticas de apoyo, el constante cambio en las reglas del juego y la ausencia de estado de derecho que se refleja en elevados niveles de delincuencia e inseguridad, son factores que se han consolidado como causas fundamentales que inhiben el crecimiento y la inversión”, aseguró el Ceesp.
Resaltó que lo más deseable en estos momentos para el país, sería un entorno de confianza y certidumbre económica, a pesar de la problemática. “No obstante, las señales que continúa generando el discurso público son de división y confrontación”.
kga