Desde hace unos años, llegó a México la tendencia de consumir las llamadas “cervezas sin alcohol”, un tipo de producto que ya se había instaurado en algunos mercados de Europa y que rápidamente ganó clientes en territorio azteca.
Con este desempeño, las fabricantes de la industria se apresuraron a lanzar sus propios desarrollos y lograron posicionarlos en los anaqueles por lo que hoy no es extraño encontrarlos en centros de recreación, tiendas de abarrotes y autoservicios; sin embargo, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) recientemente puso en tela de juicio el concepto en el que ya participan las principales compañías de la industria.
En tiendas y centros de consumo, los compradores pueden encontrarse con opciones como Heineken 0.0 sin alcohol, Tecate 0.0, Corona Cero, Mahou, entre otras opciones.
¿Cuánto crece el consumo de cerveza sin alcohol en México?
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que la producción de cerveza en el país se encuentra entre las 19 actividades más importantes para la industria manufacturera del país. Y en cuanto a la fabricación de bebidas alcohólicas, su elaboración es la más prominente.
Tras la llegada de estos productos a México, en 2020 Nielsen estimaba que la categoría sin alcohol reportó un aumento de 67.4 por ciento en volumen de ventas; en contraste, el segmento tradicional tuvo una variación negativa de 9.2 por ciento.
El año pasado, la investigadora de mercados Kantar reportó que el consumo de esta categoría fuera del hogar tuvo un repunte de 13 por ciento; este tipo de compra fue impulsada principalmente por un incremento de 6 por ciento en la ingesta en bares, restaurantes y otras ocasiones de consumo para el sector de snacks y bebidas.
La consultora señala que 65 por ciento de las ocasiones de consumo de la categoría son los fines de semana y el Domingo es el día más relevante para su ingesta.
Kantar señala que carnes rojas es el principal platillo con el que se acompaña tanto el consumo de cerveza como el de snacks salados y el principal momento para hacerlo es la comida (44 por ciento), la tarde representa 8 por ciento de las compras y la noche, 7 por ciento.
Por su parte, Statista indica que México es el segundo mayor consumidor de bebidas no alcohólicas (que incluyen jugos, refrescos y aguas embotelladas, entre otros), con una ingesta per cápita por 412 litros y sólo detrás de Estados Unidos.
En 2023, México alcanzó 136.4 millones de hectolitros de elaboración de cerveza, lo que significó un aumento de 4.9 por ciento en comparación con las cifras del año anterior.
A escala mundial, el sector cervecero alcanzó los 794 mil millones de dólares y se estima que para 2030 sobrepasará el billón de dólares.
¿Por qué la Profeco dice que no existe la cerveza sin alcohol?
Durante la edición de septiembre de la Revista del Consumidor, la dependencia que dirige David Aguilar Romero realizó un estudio a 19 cervezas bajas en alcohol y bebidas no alcohólicas, a las que analizó por su contenido y etiquetado.
Entre las pruebas que realizó, la procuraduría revisó el contenido de sodio y azúcares y su tipo, contenido neto, de alcohol, componentes volátiles, y contenido energético, además de su declaración en el etiquetado.
Con este trabajo, el organismo indicó que todos los productos analizados cumplieron con el contenido declarado; sin embargo, hizo una acotación para el caso de las llamadas “cervezas sin alcohol”.
La instancia recomendó que los productos sean llamados “bebidas no alcohólicas”, toda vez que, según las disposiciones normativas, una cerveza contiene entre 2 y 20 por ciento de volumen de alcohol, por lo que los productos con menos de este porcentaje no pueden utilizar dicha denominación.
“Una cerveza es una bebida alcohólica, por lo que el siguiente producto al denominarse “cerveza sin alcohol” incumple la Norma Oficial*, pues se trata de una bebida no alcohólica”.
En este tenor, detalló que las firmas estarían incumpliendo las disposiciones de la NOM-199-SCFI-2017 para Bebidas alcohólicas, denominación, especificaciones fisicoquímicas, información comercial y métodos de prueba.
La Profeco hizo un llamado a los consumidores a que al adquirir un producto revisen su etiqueta, verifiquen el contenido energético, hagan sus compras en comercios establecidos y que comparen los datos entre las diferentes marcas.
Además, recordó que las cervezas bajas en alcohol, que pueden considerarse también las que tienen poco contenido energético, deben tener una reducción de 24 por ciento de contenido energético de los productos originales.
CMOG