Luego que el Consejo Técnico del IMSS dictó en diciembre pasado un acuerdo que establece que el covid-19 es catalogada como un riesgo de trabajo, el Instituto de Contadores Públicos de Nuevo León (ICPNL) consideró que esta nueva clasificación provocará un incremento en la prima de riesgo, afectando las finanzas de las empresas que verán aumentar el costo de la nómina.
Desde el mes de marzo de 2020, las incapacidades por covid-19 emitidas por el IMSS habían sido clasificadas como enfermedad general, produciendo el pago de un subsidio por incapacidad del 60 por ciento a los afectados, pero el 14 de diciembre de 2020 el IMSS dictó un acuerdo clasificándola como una enfermedad de trabajo.
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El Instituto de Contadores Públicos de Nuevo León pidió a las autoridades del IMSS poner especial cuidado en la definición de los lineamientos de detección de riesgo de trabajo por covid-19, para que se den las siguientes situaciones: que los trabajadores afectados con gravedad, anteriores y futuros, se vean beneficiados con un subsidio pagado del 100 por ciento; que solamente las empresas que en verdad hayan tenido responsabilidad en el proceso de contagio, por no haber seguido los protocolos, tengan como consecuencia el aumento en el costo del seguro de riesgo de trabajo, y finalmente, que no haya reclasificaciones masivas, pues pondrían en riesgo más fuentes de empleo y provocaría que muchas de ellas se fueran en busca de una defensa legal.
De acuerdo con el ICPNL, una reclasificación general como riesgo de trabajo, para los casos ya ocurridos, o un criterio sin distinción para casos futuros, provocaría un aumento generalizado en las cuotas patronales al IMSS.
“No se justifica un aumento en la recaudación, no obstante que el país está inmerso en una crisis de salud pública, dentro de una pandemia mundial, ya que debe reconocerse que el grueso de las empresas ha tomado las medidas necesarias para evitar los contagios, y que, sin ser por causa de las empresas, existen factores extralaborales que afectan de por medio (…)”, dijo.
El organismo señaló que las empresas han invertido para establecer todos los protocolos de sanidad, para que ahora el covid-19 sea catalogada como enfermedad de trabajo, cuando es la cultura de higiene y prevención personal, familiar y de comunidad, así como las enfermedades preexistentes que en muchos casos obedecen a una falta de cuidado personal.
Esto se suma a la situación tan compleja que enfrentan las empresas, sobre todo las Pymes, que han visto reducciones en ventas, cierres parciales, disminución de liquidez y una no tregua en cumplimientos fiscales, indicó el ICPNL.