A pesar de que se espera que la promulgación de la ley, que prohíbe la venta de productos con alto contenido calórico a menores de edad en Oaxaca y Tabasco para reducir el consumo de este tipo de productos, el precio de estos tendrá un papel relevante en estas medidas, indicó la agencia investigadora de mercados Euromonitor International.
“Es poco probable que se adopten refrigerios y bebidas más saludables si los padres consideran que los precios unitarios no son realistas. En los refrescos, el jugo 100 por ciento natural puede crecer como una opción para los almuerzos escolares, pero el crecimiento será moderado debido a sus precios unitarios más altos”, manifestó la consultora.
Agregó que es probable que con la medida, los formatos de productos más grandes y las ventas en supermercados e hipermercados se recuperen, en contraste con lo que sucedería con el canal tradicional, es decir, las tienditas; también se espera que en el comercio moderno haya menos margen de beneficio.
“Además de los puntos de venta tradicionales, las ventas de máquinas expendedoras caerán significativamente y las grandes cadenas de conveniencia como Oxxo probablemente experimentarán mayores caídas porque cumplirán con tasas más altas con la ley debido a su amplia percepción pública”, sostuvo.
La nueva ley de Oaxaca y Tabasco se extiende a instituciones educativas públicas y privadas, así como a minoristas y máquinas expendedoras; 27 estados y dos ciudades más que analizan la ley o promueven iniciativas similares.
Diabetes en México
En el país la tasa de diabetes es de 13 por ciento; la cifra en la región alcanza un 9 por ciento en adultos.
“Esta nueva ley se puede ver más como una medida preventiva; evitar que los niños vulnerables caigan en hábitos alimenticios poco saludables. Si bien esta nueva ley puede parecer extrema, no es la primera de este tipo en la región que se dirige a los niños. Chile prohibió los personajes infantiles en productos con etiquetas negras que resaltaran el contenido nutricional poco saludable. Fuera de Latinoamérica”, expuso la investigadora.
Aseveró que la cuestión más importante del tema es su aplicación efectiva, toda vez que en 2015 se aplicó el Impuesto Especial Sobre Productos y Servicios (IEPS) a bebidas azucaradas, pese a ello el consumo per cápita no disminuyó de forma importante, a medida que los consumidore se adaptaron al cambio, mantuvieron sus hábitos.
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“El costo de oportunidad es el factor de riesgo más grande en esta situación. Si las alternativas están disponibles rápidamente en los minoristas afectados y los fabricantes pueden responder reformulando sus productos a tiempo, esta ley dejará un impacto positivo duradero en los consumidores más jóvenes", consideró.
"Cualquier retraso podría afectar negativamente las ventas de las pequeñas empresas. Las medidas adoptadas hoy tienen el potencial de mejorar los estilos de vida si se implementan con un esfuerzo concertado tanto por la industria de alimentos y bebidas como por el gobierno local”, finalizó.
MRA