Por haber ayudado al exjefe del grupo Renault-Nissan, Carlos Ghosn, en su fuga de Japón hacia Líbano en 2019, un tribunal de Estambul condenó a tres ciudadanos turcos a penas de prisión.
Un alto responsable de la compañía de alquiler de aviones privados MNG Jet, Okan Kösemen, y dos pilotos fueron condenados a cuatro años y dos meses de prisión por "tráfico de migrantes", según una periodista de la AFP en el tribunal. Uno de sus abogados indicó que apelarán la condena.
Por otra parte, el tribunal absolvió a otros dos pilotos y dos auxiliares de vuelo que eran juzgados junto a ellos.
Acusado de malversación financiera, Ghosn huyó de Japón en un avión privado perteneciente a MNG Jet, que aterrizó en Estambul, desde donde después se dirigió a Líbano donde se refugió.
El proceso en Estambul ha echado luz sobre las espectaculares circunstancias de la huida del magnate en desgracia, de 66 años y que tiene triple nacionalidad: francesa, libanesa y brasileña.
De acuerdo a los investigadores, el fugitivo viajó entre Osaka (oeste de Japón) y Estambul escondido en una gran caja para instrumentos musicales a la que se le habían hecho 70 agujeros para que pudiera respirar.
El fiscal turco a cargo del juicio, destacó que dos presuntos cómplices de Ghosn, Michael Taylor, un exmiembro de las fuerzas especiales estadunidenses, y George-Antoine Zayek, ciudadano libanés, "reclutaron" a Kösemen, miembro de la empresa MNG Jet, para facilitar un tránsito fluido por Estambul.
De acuerdo al acta de acusación, el jet privado aterrizó en el aeropuerto Atatürk de Estambul, y después Ghosn abordó un segundo avión que decoló hacia Beirut.
AMP