Aunque se avecina una recesión en Estados Unidos, lo más importante es controlar la inflación, por lo que la tasa de interés seguirá aumentando, advirtió el ex gobernador de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, Larry Meyer.
"Creo que la inflación es la principal prioridad. La estrategia de la Fed es que cuando los objetivos no son complementarios, hay que establecer una prioridad. El costo de una alta inflación es mucho peor que una recesión leve o incluso modesta, así que creo que ese es el punto de la estrategia", señaló.
En entrevista para Norte Económico, espacio de análisis de Grupo Financiero Banorte, el ex funcionario explicó que con cada aumento que ha hecho la Fed en su tasa de interés referencial, se avanza más hacia una recesión. Sin embargo, aunque la inflación se ha moderado sigue siendo muy alta, y un mes no es suficiente para decir que se está desacelerando y que ha tocado techo.
“No quiero una recesión, pero hoy parece que podríamos necesitar una recesión para lograr las metas de bajar la inflación a 2 por ciento”, apuntó.
Añadió que, dada la persistencia de la inflación, existe un riesgo real de que se traslade a las expectativas y ese sería un resultado terrible, por lo que la Fed tiene que hablar duro y la gestión de riesgos sugiere que deberían ir más allá.
“Ese podría ser el logro perfecto dado que la inflación es mucho más costosa que una recesión leve. Creo que será una recesión leve, pero una vez que entras en una recesión, la dinámica es difícil de predecir. Lo que a menudo la vuelve más dramática es cuando existen vulnerabilidades que se activan cuando entras en ella”, dijo.
Meyer profundizó en que hay que tener en cuenta que los economistas son muy malos para predecir las recesiones con antelación. Dicho esto, hay una serie de fuerzas en juego que sugieren eso. La primera es que la economía está creciendo por debajo de la tendencia del año, pero está a flote.
EVC