Ryanair, la aerolínea de bajo costo irlandesa, recortará 3 mil puestos de trabajo, principalmente de pilotos y personal de cabina, para afrontar la crisis que vive el transporte aéreo provocada por la pandemia coronavirus SARS-CoV2, que causa la enfermedad covid-19.
En un comunicado, la compañía detalló que sus aviones seguirán en tierra hasta al menos el mes de julio y que habrá que esperar dos años, hasta el verano de 2022, para volver a una actividad normal.
Los pilotos y la tripulación de cabina serán los principales afectados por esta restructuración que afecta al 15 por ciento del total de sus 19 mil empleados.
Estos despidos son "lo mínimo que necesitamos para sobrevivir los próximos 12 meses", afirmó el presidente de la compañía Michael O'Leary a la BBC.
Y advirtió que si no se encuentra una vacuna, lo que impediría la plena reanudación del tráfico aéreo, "puede que tengamos que anunciar más recortes de personal en el futuro".
O'Leary también consideró que su plan de reestructuración podría llevar al cierre de bases en aeropuertos del Reino Unido.
Al igual que sus competidores en Europa, Ryanair se ve afectada por la parálisis del transporte aéreo debido a la pandemia, que está privando de ingresos a las aerolíneas cuyos costes fijos siguen siendo enormes.
British Airways, compañía hermana de Iberia en el seno del International Airlines Group, ya anunció esta semana el recorte de 12 mil puestos de trabajo, más de un cuarto de su personal.
Por su parte EasyJet ha reforzado sus finanzas con un préstamo de 600 millones de libras del gobierno. Y Virgin Atlantic está luchando por su supervivencia: su fundador Richard Branson pidió ayuda al gobierno británico, en vano por el momento.
MRA