De enero a julio se importaron a México 6 mil 394 vehículos pesados usados, lo que significó un crecimiento de 25.1 por ciento con respecto al mismo periodo del año pasado, cuando la cifra fue de 5 mil 111 unidades, indicó la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT).
Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de la asociación, precisó en un comunicado que en el mismo lapso la importación de vehículos usados destinados al pasaje a diésel, es decir, autobuses, incrementó 54.8 por ciento, sumando un total de mil 821 unidades.
En tanto, la importación de vehículos pesados en julio sumó 972 unidades, cifra que colocó a dicho mes, en lo que va del año, como el tercero en el que más vehículos de este tipo se han recibido, listado encabezado por febrero con mil 055 unidades, seguido de marzo, con mil 10. En su perspectiva anual, la cifra significó un repunte de 2.4 por ciento, comparadas con las 949 unidades importadas en julio de 2020.
Asimismo, la importación de autobuses a diésel alcanzó 307 unidades, lo que significó un crecimiento de 12.9 por ciento en comparación con los 272 autobuses importados el mismo mes un año antes.
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El presidente de la ANPACT resaltó que la importación de vehículos de esta gama debe estar encaminada a unidades que contemplen mejores condiciones ambientales, así como que generen mayor calidad del servicio.
“El incremento en la importación de vehículos chatarra destinados al pasaje reduce la calidad del servicio a la población usuaria en términos de seguridad y eficiencia y genera condiciones ambientales negativas, por lo cual es necesario fomentar políticas encaminadas a promover la renovación del autotransporte de pasaje con incentivos y financiamiento a través de la Banca de Desarrollo, tal como se lleva a cabo en los países que han apostado a favor del medio ambiente”, aseveró.
Aunado a esto, indicó que 58.3 por ciento de los vehículos importados usados de 2009 a la fecha, es decir, 73 mil 881 unidades, se encuentran entre los 11 y 20 años de antigüedad, lo cual contribuye directamente al incremento en las emisiones que dañan el medioambiente.
“Es necesario buscar soluciones, generar un diálogo informado en la materia y establecer políticas públicas para mejorar la movilidad”, añadió Elizalde.
AMP