El Pink Market aporta cerca de 80 mil millones de dólares al Producto Interno Bruto (PIB) de México, y es un área de mercado muy grande para las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) del país, aseguró David Lask, cofundador de Creze.
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Creze, empresa del sector financiero que busca otorgar a las PyMEs opciones de financiamiento, considera que se trata de un sector de mercado que poco ha sido aprovechado por las empresas en el país.
"Hay que dimensionar el tamaño del mercado enorme para ser conscientes de todas las oportunidades que tienen los empresarios: LGBT capital, compañía especializada en asesorar a empresas que quieran incursionar en el mercado LGBT, dio a conocer que si esta comunidad fuera un país sería considerada la cuarta economía del planeta", explicó en entrevista con MILENIO Monterrey.
Se trata, además, de un sector que se enfoca en el segmento de lujo y tiene en su mayoría un alto nivel adquisitivo, por lo que actualmente las industrias que más participan en el Pink Market son aquellas relacionadas al turismo, arte, moda, bebidas alcohólicas y cultura.
En México, particularmente, el mercado aporta cerca de 80 mil millones de dólares al PIB, de acuerdo a la Federación Mexicana de Empresarios LGBT. Por lo que Lask insistió en que es importante que las empresas busquen atraer a estos consumidores.
Sobre todo si se considera que la comunidad mexicana posee una mayor capacidad de consumo, pues viven, en su mayoría, bajo un "esquema familiar" sin hijos, que se traduce en doble ingreso pero sin gastos para hijos.
Además, suelen tener un mayor nivel de estudios y cuentan con ingresos fijos que les permiten acceder a artículos de lujo que otros segmentos poblacionales no.
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Pero se debe ser cuidadoso a la hora de apuntar hacia estos consumidores, argumentó el especialista.
"En opinión de los emprendedores consultados por LGBT Foundation (organismo encaminado a procurar la equidad social para personas de distinta orientación sexual), el primer gran error que todo empresario que quiera incursionar en el Pink Market es creer que la comunidad LGBT es homogénea", insistió Lask.
Pero recomendó, principalmente, que sí se decide apostar por estos clientes, se haga desde un trasfondo real, ya que lo que más se busca es la inclusión. No se trata solo de hacer publicidad hacia la comunidad LGBT, sino realmente ser una marca inclusiva ya que la comunidad busca marcas en las que su preferencia sexual no sea un obstáculo para su participación dentro de la sociedad.
E insistió en no optar sólo por publicidad tradicional, que de acuerdo a Lask, se ha enfocado en individuos blancos, delgados y jóvenes, modelo con el que no se identifican la gran mayoría de la comunidad LGBT.