Dra. Felicia Knaul
directora del Instituto de las Américas
¿Qué está haciendo bien México para reducir el cáncer de mama?
El país es el único que ofrece protección financiera en tratamientos universales, para toda mujer diagnosticada con cáncer de mama, a través de la seguridad social o el Seguro Popular.
¿Cuánto le cuesta a un paciente la enfermedad?
Depende mucho de cómo está el tumor y la etapa del diagnóstico.
Nuestros datos sugieren que el tratamiento es tres veces más costoso para una mujer que se le detecta en fase temprana, frente a una que está en etapa tardía, pero la probabilidad de sobrevivir también es tres veces mayor.
El perfil del tumor es lo que marca, en promedio, cuánto cuesta el tratamiento. Por ejemplo, hace unos años era una mala noticia tener un tumor al que llamamos triple positivo, muy agresivo, con un resultado positivo para la proteína HER2. Pero actualmente hay un medicamento biológico que es costoso pero muy efectivo.
En promedio, ¿cuántos casos de cáncer de mama se detectan a tiempo?
En Estados Unidos (EU), alrededor de 90% de los casos se detectan en etapa 1; mientras que en México, el porcentaje es de entre 15 y 20%, en el mejor de los casos.
Hace falta muchísimo trabajo para tener una detección oportuna.
Es posible reducir la mortalidad por este padecimiento...
Sí, la tasa de mortalidad va a la baja porque podemos tratar el cáncer a tiempo y de forma menos invasiva.
Hay dos claves para reducir las muertes: detección oportuna y acceso al tratamiento, porque actualmente tenemos muchas más armas en la medicina para lograr que las pacientes sobrevivan.
Una mujer diagnosticada a tiempo, con acceso a tratamiento, tiene muy buenas posibilidades de sobrevivir a este padecimiento.
¿Cómo puede contribuir la Iniciativa Privada?
Es muy importante que siga financiando los tratamientos. También puede incentivar para que las mujeres vayan a checarse e impulsar programas de salud femenina dentro de las empresas.
¿Qué pasaría si se elimina el Seguro Popular, como lo propuso la nueva administración del presidente electo?
Ojalá pudiéramos pensar que, sin el Seguro Popular, tendremos una epidemia de mujeres muriendo de cáncer en México. Llevamos décadas estudiando diferentes sistemas de salud en varias partes del mundo. La evidencia sugiere que haya un fondo universal en la parte financiera, y que todo mundo tenga acceso a un prepago público a la salud, basado en un paquete esencial universal.
¿Qué se puede aprender de otros países?
De Canadá y de los países nórdicos podemos aprender de su sistema de protección financiera universal con prestación plural, es decir, yo elijo a mi médico, pero voy con una tarjeta que dice que estoy asegurada.
Ese es el ánimo del Seguro Popular y de la seguridad social en el país.
Puede haber una sana competencia entre los prestadores de salud, particularmente en el primer y segundo nivel de atención, así como la portabilidad entre los pacientes de un sistema de salud a otro.
¿Qué temas están pendientes?
México enfrenta el gran desafío de que a muchas mujeres se les diagnostica cáncer en edades más tempranas, unos 11 años antes que en EU. Esto se debe, en parte, a que somos un país con más jóvenes.
La parte más difícil es que la mamografía o el tamizaje no sirve para mujeres menores de 40 años. Están los ultrasonidos, que no necesariamente funcionan como tamizaje poblacional, pero permiten la identificación cuando ya hay un problema.