Para el presidente Nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Ángel García-Lascurain, en 2020 habrá recuperación de la actividad económica nacional; sin embargo, el manejo de las finanzas públicas representa el mayor factor de riesgo para el país, por lo que es necesaria una reforma fiscal que propicie la inversión, así como mensajes claros que la fortalezcan.
¿Cómo ve el inicio de 2020?
Estimamos que el crecimiento en 2019 fue de cero por ciento y que para 2020 habrá una recuperación a 1 por ciento debido a factores positivos. A inicios del año pasado tuvimos el impacto de los bloqueos en las vías férreas, la escasez de combustible y el paro de labores en las maquiladoras de Tamaulipas, todos esos eventos impactaron 2019 y este año no estarán presentes. Otros puntos positivos radican en factores de incertidumbre que se han ido eliminando, principalmente en el entorno internacional como la ratificación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), eso tendrá que reactivar más inversiones para este año, así como la probabilidad de que se reduzca la guerra comercial entre EU y China, pues el año pasado llevó a la posibilidad de una recesión a escala global y esto no se ha confirmado.
¿La curva de aprendizaje del gobierno actual ya terminó?
Siempre hay una curva de aprendizaje en el primer año de un nuevo gobierno, especialmente el primer semestre, pero los procesos y procedimientos que generaron el gasto público tendrán que ser más ágiles; sin duda, la curva de aprendizaje debe haberse superado.
¿Aún hay algo que preocupe?
Sí, y ya no tiene que ver tanto con el aprendizaje sino con el equilibrio de finanzas públicas: el que se pueda preservar el superávit primario es fundamental y vemos dentro del presupuesto gubernamental de este año algunos elementos que consideramos optimistas y que por lo tanto podrán constituir factores de riesgo no solo para el balance de finanzas públicas sino para la estabilidad macroeconómica.
¿Las finanzas públicas son motivo de preocupación?
Estamos a favor de que se logre este superávit primario, pero un factor que vemos en el equilibrio es que está basado en una plataforma de producción petrolera cercana a 1.9 millones de barriles y cerramos el año pasado en 1.6 millones, ese es un punto importante y otro elemento que estamos viendo como factor de riesgo es el estimado de crecimiento de 2 por ciento, que lo vemos como optimista y eso impactará en la capacidad de recaudación de las autoridades, todo eso tendrá un impacto desfavorable en las finanzas públicas.
¿Fue bueno el uso del Fondo de Estabilidad de los Ingresos Presupuestarios?
Fue bueno que se preservara el equilibrio en finanzas públicas, pero lo que estamos viendo es una transformación de fondo en la estructura del gasto público, la mayor cantidad de programas sociales y el fortalecimiento del apoyo del gobierno al sector energético es algo que está aquí y llegó para quedarse, eso implica una reestructuración fundamental del gasto público, pero no se ha dado la misma transformación por el lado de los ingresos; el uso del FEIP deberá de ser de única vez para preservar la estabilidad de las finanzas, pero tiene que haber transformaciones de fondo que permitan acompañar esta nueva estructura de gastos.
¿Es necesaria una reforma fiscal?
Pensamos que es ineludible una reforma fiscal y nos gustaría que fuera orientada a incentivar la inversión y el consumo, pensamos que la mejor manera de financiar el desarrollo en el mediano y largo plazo es a través del crecimiento económico.
¿Qué hace falta para reactivar la inversión?
Es necesario mandar mensajes más sólidos de certidumbre, los datos recientes que vimos de inversión nos preocupan, no son una noticia nueva, lo hemos visto a lo largo del año, pero es una señal adicional de que es necesario mandar mensajes más contundentes.
¿La calificación de Pemex es una preocupación?
Es un factor de riesgo importante relacionado con el tema de finanzas públicas, pues el aumento de gasto en programas sociales y en el sector de energía en un contexto donde el tema de los ingresos no está totalmente resuelto, así que su financiamiento es un tema de preocupación, ya que podrá venir acompañado de una baja en la calificación de Pemex, por su modelo de negocio y su estrategia.