Para lograr el control absoluto sobre el mercado nacional de litio, el gobierno mexicano tendrá que negociar con mineras de Gran Bretaña, Estados Unidos, Australia, pero sobre todo de Canadá, que poseen hasta 50 por ciento de las concesiones para la exploración de este producto en el país, incluido el empresario chino Li Liangbin, uno de los hombres más ricos del planeta.
Especialistas refieren que bajo los tratados internacionales, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador deberá dialogar con sus pares y empresas porque el litio no fue considerado en estos acuerdos como exclusivo del Estado.
“Los tratados internacionales vigentes no incluyen entre sus reservas la explotación del litio como actividad exclusiva del Estado. Cerrar el sector prohibiendo futuras concesiones nuevamente se contrapone con los derechos de trato justo y equitativo (...) pretender ahora cerrarla al capital privado se opone a la cláusula Ratchet, la cual obliga a las partes a no disminuir el grado de liberalización existente al momento de la firma”, señaló BBVA en un análisis.
Mientras que Kenneth Smith, ex jefe de la negociación técnica para el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), comentó en Twitter que al no haber reservado al litio para el Estado mexicano durante la negociación de este acuerdo, la aprobación de los cambios a la Ley Minera viola el tratado.
De las 31 concesiones que actualmente están vigentes, la mayoría está en manos de extranjeros; 16 fueron entregadas a empresas basadas en Canadá, de las cuales 14 son de Silver Valley, anteriormente conocida como Organimax, que tiene operaciones en San Luis Potosí y Zacatecas y que aseguró encontrar “cantidades económicamente rentables” de litio en esa última entidad.
Otra concesión está en poder de One World Lithium y una más en Radius Gold Incorporation, ambas también canadienses. Adicionalmente se entregó una concesión a la empresa británica Alien Metals y el resto a entidades de origen australiano, estadunidense y español.
Silver Valley, anteriormente Organimax, cuenta con una participación de 100 por ciento en un salar que contiene litio y potasio, ubicado en el Altiplano Mexicano Central en Zacatecas y San Luis Potosí, que forma parte de 4 mil 59 hectáreas concesionadas. Se infieren recursos por 120 millones de toneladas de contenido de litio y potasio, lo que equivaldrá a 2.2 millones de toneladas de carbonato de litio.
Para la empresa, encabezada por su director general, Brandon Rook, el mercado mexicano es un activo estratégico.
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De acuerdo a distintas publicaciones especializadas, Rook es un importante empresario en el ámbito minero, así como consultor comercial en Vancouver. Cuenta con más de 25 años de experiencia y es director de cuatro empresas públicas, entre las que destaca Batero Gold, minera con presencia en Colombia. Según presume Silver Valley, recaudó más de 100 millones de dólares a la fecha.
Por su parte, One World Lithium, establecida en Baja California, opera el proyecto Salar del Diablo, una propiedad de 103 mil 450 hectáreas que comenzó a operar en 2019 a través de la perforación de dos pozos a 647 y 595 metros de profundidad, de los cuales se extrajeron diferentes muestras, sin que se pudiera detectar litio en cantidades significativas, por lo que el proyecto fue suspendido y retomado en 2021.
“Los resultados fueron similares a los de 2019: hay litio, aunque en cantidades que no demuestran yacimientos importantes, ya que en todos los casos las anomalías del metal fueron menos a 5 partes por millón”, acotaron.
La compañía tiene como CEO, presidente y director a Doug Fulcher, quien también se encuentra al frente de Burnstone Ventures, compañía canadiense enfocada a la exploración de diamantes.
Doug Fulcher cuenta con más de 40 años de experiencia en gestión de proyectos de exploración minera y fue director ejecutivo de Abacus Mining and Exploration Corp, así como de la empresa Maritime Resources, en donde volvió a poner en marcha el proyecto de producción de oro Hammer Fown en Canadá.
La joya de la corona
El proyecto de Sonora Lithium es actualmente el único que se encuentra en fase de extracción y producción del litio. Posee nueve concesiones vigentes por 15 mil hectáreas y una en trámite de 87 mil hectáreas para exploración y explotación del litio en Bacadéhuachi, Sonora.
Contiene recursos identificados de litio por 559 millones de toneladas métricas, mientras que, en términos de carbonato de litio equivalente, posee 8.81 millones, de los cuales 4.5 son reservas probadas y probables, de acuerdo con la compañía.
Anteriormente era un holding operativo, el cual se encontraba en 77.5 por ciento en manos de la empresa británica Bacanora Lithium y el resto en la firma de origen chino Ganfeg Lithium. No obstante, a finales del año pasado, la Cofece aprobó que la totalidad del yacimiento pasara a la empresa china.
Ganfeg Lithium es la empresa más grande del mundo en la comercialización del litio. Es socia de Tesla, al suministrarle 20 por ciento del litio necesario para impulsar sus autos eléctricos.
La empresa, con sede en la provincia china Jiangxi, es presidida y dirigida por el empresario de 54 años Li Liangbin. De acuerdo con Forbes, este año ocupa el lugar número 523 entre el listado de los multimillonarios alrededor del mundo. Multiplicó más de tres veces su riqueza en los últimos años, al pasar de 1.5 billones de dólares en 2020 a 5.2 billones en este 2022.
Liangbin es el principal accionista y fundador, así como responsable de la gestión de las operaciones y estrategias comerciales de la firma. Forma parte del Consejo de Estado de China, además de otros cargos en comités empresariales y ciudadanos.