Tras la compra por parte del grupo saudí STC de una participación del 9.9 por ciento en Telefónica, España continua estudiando la adquisición, lo que podría suponer un posible obstáculo a la operación, con el fin de garantizar la defensa de sus intereses estratégicos.
STC contactó al Gobierno español el martes para informarle de la operación, lo cual haría a STC el mayor accionista de la empresa de telecomunicaciones española, dijo la ministra de Asuntos Económicos en funciones, Nadia Calviño.
"Telefónica es una empresa estratégica para nuestro país y como Gobierno aplicaremos todos los mecanismos que sean necesarios para priorizar la defensa de nuestros intereses estratégicos", declaro Calviño ante el movimiento de STC.
Madrid podría obstaculizar la compra planeada por STC, debido a que Telefónica presta servicios a la industria de defensa española y el Gobierno tiene permitido intervenir en adquisiciones de participaciones superiores a 5 por ciento.
STC anunció el martes la adquisición de una participación de 9.9 por ciento en Telefónica por valor de 2 mil millones de euros (equivalente a 2 mil 250 millones de dólares), tomando el ejemplo de otras empresas de Oriente Medio que invierten en operadores de telecomunicaciones europeos y latinoamericanos.
Actualmente STC es el mayor operador de telecomunicaciones de Arabia Saudita y pertenece en un 64 por ciento al Fondo de Inversión Pública saudí (PIF, por sus siglas en inglés), principal motor de la Visión 2030 del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, para desligar a la economía de su dependencia del petróleo.
Últimamente las empresas de telecomunicaciones europeas, como Telefónica, han presentado dificultades para solventar enormes deudas ante el lento crecimiento del negocio móvil y las elevadas inversiones para las últimas tecnologías, como la red 5G.
Por lo que las empresas han intentado recaudar fondos vendiendo sus negocios de torres, han presionado a la Comisión Europea para que permita la consolidación del mercado y han luchado con las empresas tecnológicas para conseguir financiar después las inversiones en infraestructuras.
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La deuda total de Telefónica es casi el doble de su valor de mercado, aproximadamente 22 mil millones de euros.
"Esto supone un impulso muy necesario para Telefónica, dada la enorme inversión para desplegar fibra de banda ancha 5G en los principales mercados clave", dijo Paolo Pescatore, analista de PP Foresight.
Con la compra, ambas empresas tendrán la oportunidad de colaborar más estrechamente para aumentar la eficiencia y lanzar nuevos productos a escala mundial.
Como muchas empresas cuyo valor se había desplomado desde la pandemia para protegerlas de las adquisiciones hostiles, el Gobierno español ha tenido la potestad de bloquear las adquisiciones de participaciones iguales o superiores a 10 por ciento en empresas cotizadas por parte de entidades de fuera de la Unión Europea y de la Asociación Europea de Libre Comercio.
Actualmente el Gobierno puede intervenir a partir de una compra de 5 por ciento para las empresas relacionadas con la defensa.
Calviño dijo que Madrid está analizando la aplicación de los mecanismos de defensa pertinentes, el sector, su relación con la seguridad y la defensa de España, la participación accionarial de STC, el ejercicio de los derechos de voto y la participación en el consejo u otros órganos de decisión de la empresa.
"Afortunadamente, desde que llegamos al Gobierno hemos reforzado todos los mecanismos para proteger nuestros sectores e intereses estratégicos", añadió Calviño.
Telefónica figura como proveedor de defensa en los sitios web del Gobierno, suministrando "sistemas y equipos" al ejército y servicios por satélite a la rama aeroespacial del Ministerio de Defensa.
Vinculo con Huawei
Una fuente gubernamental española también señaló posibles problemas en la relación de STC con la empresa de telecomunicaciones Huawei Technologies, incluido un reciente memorando de entendimiento entre ambos para desarrollar la banda ancha de fibra óptica.
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Las tecnologías de la información han sido un punto de fricción en las relaciones de China con Estados Unidos y los países europeos, que en algunos casos han prohibido los productos chinos por motivos de seguridad.
España no ha prohibido el uso de Huawei y ZTE en sus redes de telecomunicaciones 5G, pero recibe la presión de la Unión Europea para que todos los Estados miembros lo hagan.
Ni STC, ni Telefónica, respondieron a las peticiones de comentarios sobre el trabajo de Huawei con STC. Huawei, ZTE y Pekín han rechazado las acusaciones occidentales de que los equipos chinos podrían utilizarse para espionaje.
Las acciones de Telefónica subían 0.4 por ciento en la Bolsa de Valores de Madrid, asimismo, dijo que había sido informada de la inversión de STC, calificándola de "amistosa".
La participación de STC consistiría en el 4.9 por ciento de las acciones de Telefónica e instrumentos financieros que le dan otro 5 por ciento en la llamada "exposición económica a la empresa". Además, planea asegurar los derechos de voto para ese 5 por ciento de participación a través de instrumentos financieros después de recibir las aprobaciones regulatorias.
PNMO