De aplicar las políticas públicas adecuadas, el Tratado comercial de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) tendrá éxito e impulsará la economía de los tres países, dijo el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp).
En su análisis semanal, los investigadores de la iniciativa privada afirmaron que para lograr el impulso es necesario que la “sustitución de importaciones” sea eficiente; producto de una economía que funcione mejor, con menores costos y más ágil; con mayor productividad; y que genere los incentivos correctos para que las empresas emprendan en ese sentido.
También es importante que para aprovechar la relocalización (nearshoring) facilite las condiciones para una mayor inversión productiva en el marco del T-MEC, lo cual depende crucialmente de qué tanta nueva inversión plasmada en formación de capital productivo, nacional o extranjera, se llevará a cabo efectivamente en México y qué tanto contenido de valor agregado nacional se podrá generar con esa inversión.
Para que la inversión impulsada por el T-MEC y por la relocalización propicie más valor agregado nacional y una mayor demanda a lo largo del país, es indispensable crecer el encadenamiento de proveedores nacionales a la producción derivada de las nuevas inversiones, presumiblemente en la forma de exportación.
Esto es, un mayor contenido de valor agregado nacional; más proveeduría nacional de insumos con mano de obra y capital productivo nacional para las exportaciones finales.
El valor agregado nacional representará derrama de recursos en más tramos de la cadena de suministro, que podría provenir de regiones distintas a las que más han avanzado con el comercio con Estados Unidos y Canadá.
La facilitación de mayor valor agregado nacional en las cadenas de oferta debe propiciarse mediante políticas que modernicen la operación de la economía y reduzcan sus costos; que la hagan más productiva para todo tipo de empresas.
La modernización requerida para lograr una mejor productividad consta de una multiplicidad de aspectos en los que el país sufre aún deficiencias importantes, que impiden la eficiencia de los mercados y la inclusión de grupos y regiones al desarrollo y que hasta ahora poco han aportado al progreso del país y no han participado del mismo.
Sin duda los acuerdos comerciales son oportunidades importantes para el desarrollo de los países participantes. Pero también es cierto que para aprovecharlos plenamente los países deben trabajar en establecer condiciones y prácticas económicas más cercanas a las de los socios más avanzados. Ese es el caso de México, por lo que se debe trabajar fuertemente en ello.
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