La explotación de litio, que actualmente es considerado un mineral esencial y un insumo básico para tecnologías como las baterías de celulares y los autos eléctricos, podría convertirse en un monopolio del Estado con las modificaciones constitucionales en materia de energía enviadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso de la Unión, aseguró BBVA México.
De acuerdo con un análisis elaborado por los economistas del banco, las propuestas enviadas suspenden las nuevas concesiones a privados para la explotación y producción de litio, con lo que las concesiones previas quedarán vigentes al acreditar ante la CFE y ante la Secretaría de Energía (SE), que se ha iniciado el proceso de exploración.
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“Hacia delante, la explotación de litio sería un monopolio del Estado”, indicó BBVA en su reporte.
Y es que México cuenta con una de las reservas de litio más grandes del mundo, por lo que BBVA aseguró que monopolizar la explotación de este mineral sería una limitante a la innovación tecnológica y la inversión.
“En esa misma iniciativa para la explotación de litio sólo va a poder hacerlo la nación. El litio que hay en el subsuelo de nuestro territorio, es de los mexicanos”, dijo Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina del viernes pasado.
En materia de competencia económica, BBVA aseguró que transferir la Cenace como parte orgánica de la CFE iría en detrimento del proceso competitivo en el sector, otorgando a la empresa con mayor participación la definición de las tarifas y reglas de despacho de energía, generando con esto un problema de incentivos dado que las empresas privadas dependerían de un distribuidor de energía que es a la vez su competidor.
“La integración de las subsidiarias y filiales genera también incentivos para explotar el poder de mercado resultante en las distintas etapas del proceso productivo. Por último, es importante destacar que en la experiencia internacional no hay casos de países que hayan abierto su sector eléctrico, como lo hizo México en 2013, para volverlo a cerrar. Lo anterior no significa que se puedan hacer mejoras a la reforma de 2013”.
Finalmente, esta reforma implica que la CFE se vea obligada a mantener infraestructura para ofrecer electricidad al mercado en situaciones en que la oferta de los participantes privados no sea suficiente para satisfacer la demanda.
Sin embargo, asignar una cuota de mercado a la empresa estatal, que es más ineficiente, no es la respuesta económica óptima. Sería más eficiente diseñar un mecanismo de precios a través del cual las empresas privadas compensen a la CFE por los costos fijos que implica ser un oferente de última instancia, señaló el banco.
FS