La presidenta del Patronato de Empresarios del Estado de México, María de Lourdes Medina Ortega, explicó que es urgente que las necesidades de la población se traduzcan en acciones concretas y de fortalecimiento de las unidades económicas, del ingreso de las familias y de la estabilidad en las fuentes laborales.
Las condiciones económicas y sociales que atraviesa el país, dijo, requieren que haya una alianza estratégica y real entre la ciudadanía y el sector privado que genere acciones que de verdad impacten la calidad de vida y el ingreso de las familias en el país.
De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), refirió, México registra la peor caía económica en 88 años con un retroceso en la economía del 8.2 por ciento y a lo largo del último año 3 millones de mujeres salieron del mercado laboral y un millón y medio más perdió la inversión que había realizado en un proyecto de negocio.
“Hemos estado trabajando con los sectores que se han visto más afectados en la economía como el comercio, los servicios, los trabajadores relacionados al menudeo y los emprendedores, que han hecho muestra de valor en estas circunstancias, pero se requiere que las políticas públicas y los apoyos estén realmente basados en lo que la población requiere: fuentes estables de empleo, servicios de salud garantizados y reactivación de los mercados locales”.
Indicó que desde el Patronato de Empresarios se ha realizado un análisis de los obstáculos y retos que enfrentan las unidades económicas ante la nueva realidad que se atraviesa, como son los costos logísticos de entrega de mercancías, el acceso a tecnologías para hacer promoción y publicidad de productos, las nuevas responsabilidades que han adoptado los emprendedores en materia familiar y las inversiones que se requieren para evitar ser víctimas de contagio de Covid-19.
El objetivo, apuntó, es promover acciones que garanticen la permanencia de las unidades económicas en el mercado y que tengan herramientas para hacerlo en condiciones de seguridad y también de formalidad.
“En el país hay aproximadamente 6.3 millones de mujeres que trabajan en la informalidad, pero no hablamos de ambulantes sino de mujeres emprendedoras que desde su hogar han sacando adelante a sus familias, vendiendo en redes sociales, generando ideas y valor, innovando y creando grandes modelos de negocio”.
Lo que hace falta -añadió- es hacerlas más fuertes y más grandes, que sus negocios sean rentables y productivos, que pasen a la formalidad y empleen a otros cerrando este círculo de valor.
Medina Ortega aseguró que en este momento es indispensable redefinir el rumbo y prestar atención a las verdaderas necesidades de la gente, basados en su realidad actual y en acciones medibles que permitan salir avante de las adversidades que ha dejado el último año.
“Las decisiones emprendidas en los siguientes meses serán determinantes en la recuperación económica del país, pero además en la reestructura del tejido social y el desarrollo pacífico del país”.
MMCF