Se alían Oslo y Bruselas contra altas tarifas de gas

Energía. Durante una reunión en Praga acordaron desarrollar herramientas para reducir los precios; a la cumbre acudieron la premier británica y el presidente turco

Algunos de los asistentes a la junta de los 44 líderes europeos. Alastair Grant/AP
Henry Foy y Andy Bounds
Praga y Londres /

Noruega y la Unión Europea acordaron “desarrollar de manera conjunta herramientas” para reducir los elevados precios del gas en Europa, mientras Bruselas se apresura a encontrar medidas eficaces y políticamente aceptables para hacer frente a la crisis de energía que se avecina este invierno.

Oslo trabajará con Bruselas para “estabilizar los mercados de energía y limitar el impacto de la manipulación y la volatilidad de los precios”, en una medida que puede estimular los esfuerzos para reducir las divisiones de la Unión Europea sobre cómo hacer frente al alza de precios a causa de la invasión de Rusia a Ucrania.

Noruega, que sustituyó a Rusia como el mayor proveedor de gas de la Unión Europea después de la invasión, seguirá aumentando la producción y tomará medidas “para reducir los precios excesivamente altos de forma significativa a corto y largo plazo”, indicó en un comunicado conjunto publicado por el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

El compromiso de Oslo se produjo mientras una reunión de 44 líderes en Praga, que se celebró ayer para mostrar un frente unido contra la invasión rusa, se ensombreció por las desavenencias en el seno de la Unión Europea sobre la conveniencia de imponer un tope de precios al gas al mayoreo.

Esta iniciativa cuenta con la oposición de países como Alemania y Países Bajos, que temen que pueda desencadenar una reducción de los suministros, ya que los productores aseguran precios más altos en otros lugares. A su llegada a la cumbre de Praga, el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, dijo que “no puede ser que la política energética de la Unión Europea la dicte Alemania”.

Støre afirmó que Oslo tiene la “flexibilidad” para aumentar las exportaciones y que están “dispuestos a explorar” las propuestas de la Unión Europea, de acuerdo con dos personas con información de sus comentarios.

Kaja Kallas, primera ministra de Estonia, dijo que los Estados de la Unión Europea debatirán hoy las implicaciones más amplias del compromiso de Noruega, y agregó que Tallin está dispuesta a bajar los precios, pero también teme alejar a los proveedores.

“(El gas natural licuado) puede ir a cualquier parte del mundo. Así que si hay un tope de precios, nuestra seguridad de suministro puede estar en peligro”, declaró Kallas a Financial Times.

La agrupación Comunidad Política Europea (CPE), propuesta por París como medio para coordinar los puntos de vista desde Lisboa a Ankara, contó con la presencia de la primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que se reunieron con los 27 líderes de la Unión Europea y los de otros 15 Estados.

Antes de la reunión, Truss dijo que es una oportunidad para “encontrar una causa común con nuestros amigos y aliados europeos” en su intento por derrotar la invasión de Vladímir Putin. Rusia y Bielorrusia son las dos únicas potencias continentales que no fueron invitadas al foro, en el que se van a debatir otros temas como la defensa europea.

La participación de Truss fue considerada por muchos funcionarios de la Unión Europea como una señal de que Londres puede estar abierto a ceder en los acuerdos comerciales que han perseguido la relación posterior al brexit.

Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, calificó el evento como “extremadamente importante”. La reunión “intentará renovar la coordinación y la cooperación para tener más estabilidad, más seguridad y más paz”, dijo.

A su llegada al castillo de Praga, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que la cumbre envía un “mensaje de unidad”, pero después criticó el proyecto de gasoducto que conecta España y Francia, que Alemania quiere ver construido para acceder al mercado ibérico del gas.

El canciller alemán, Olaf Scholz, se mantuvo firme en su postura sobre el paquete de ayuda de energía de 200 mil millones de euros de Berlín, y dijo que otros países también están aprobando medidas para ofrecer un alivio a los ciudadanos que tienen dificultades con las cuentas de energía.

Mientras que los funcionarios británicos se esforzaron por mantenerse al margen del brexit, el primer ministro holandés, Mark Rutte, declaró: “La relación entre Reino Unido y la Unión Europea estará en la agenda”.

Reino Unido y la Unión Europea acordaron reanudar las conversaciones técnicas sobre los acuerdos comerciales en Irlanda del Norte que pueden resolver la disputa. El incumplimiento por parte de Londres del acuerdo que firmó activó las acciones legales por parte de Bruselas.

Un aliado de Truss dijo: “La primera ministra sigue escéptica por varias razones, no puede limitarse a hablar de eso, no tiene que pasar por encima de la OTAN y del G7, y debe tener una fuerte participación de los países no pertenecientes a la Unión Europea. Tiene que demostrar que puede funcionar.

La exigencia de Truss es que la Unión Europea y Noruega sigan suministrando energía a Reino Unido. Dijo que quiere una acción conjunta con Francia y Países Bajos para detener a las bandas criminales que ayudan a los migrantes a cruzar el canal de la Mancha. 

Financial Times Limited. Declaimer 2021


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