Los rendimientos de los bonos del gobierno regresaron a los niveles vistos por última vez antes del controvertido “minipresupuesto” de septiembre, ya que los inversionistas acogieron con satisfacción la confirmación de Rishi Sunak como nuevo primer ministro de Reino Unido.
El rendimiento de los bonos del gobierno a 30 años cayó hasta 3.67 por ciento, ampliando el aumento de precios del lunes, ya que los mercados reaccionaron con alivio a la aparición de Sunak como único candidato al liderazgo del Partido Conservador.
El movimiento significa que los bonos a largo plazo, que estuvieron en el centro de una caótica venta masiva el mes pasado que provocó la intervención de emergencia del Banco de Inglaterra, recuperaron las pérdidas provocadas por el paquete de recortes fiscales anunciado por la ex primera ministra Liz Truss.
Los rendimientos de los bonos a 30 años, que habían subido ante la preocupación de los inversionistas por las fuertes necesidades de endeudamiento de Reino Unido, operaban a 3.75 por ciento antes de que se desvelaran los planes fiscales de Truss el 23 de septiembre.
Los bonos del gobierno a dos años también recuperaron las pérdidas que registraron después del presupuesto, y su rendimiento cayó ayer a 3.32 por ciento. Los rendimientos de los instrumentos financieros a diez años también bajaron con brusquedad ayudados por un repunte de los bonos a escala mundial, pero todavía se mantienen ligeramente más altos —en 3.64 por ciento— que el nivel que tenían antes del presupuesto de 3.50 por ciento.
La libra también subió, con un incremento de 1.8 por ciento frente al dólar, para llegar a 1.1479 dólares por unidad, ayudada por un retroceso más amplio de la divisa estadunidense.
“A primera vista, esto sugiere que el último mes ha sido una pesadilla de la vida real y que regresamos al lugar donde habríamos estado si Rishi Sunak hubiera ganado el liderazgo conservador desde el principio”, dijo James Athey, gestor de carteras de renta fija en Abrdn.
Athey añadió que las preocupaciones sobre la credibilidad institucional de Reino Unido, provocadas por la decisión de Truss de anunciar 45 mil millones de libras de recortes fiscales sin consultar al regulador del presupuesto británicos ya no eran el centro de atención del mercado y que los inversionistas debían volver a observar los datos económicos y al Banco de Inglaterra en su búsqueda de pistas sobre el próximo movimiento de los bonos del gobierno.
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La confirmación de Sunak de que conservará al ministro de Hacienda, Jeremy Hunt —que al descartar la mayor parte de los recortes fiscales de Truss ayudó a restablecer el orden en el mercado de los bonos del gobierno la semana pasada—, debe ayudar a que los bonos públicos británicos sigan subiendo, de acuerdo con los analistas.
“La esperanza del mercado es que Sunak, ex secretario de Hacienda y arquitecto de los aumentos de impuestos que después se revirtieron con el malogrado ‘minipresupuesto’, se incline por la prudencia fiscal”, dijo Antoine Bouvet, estratega de tasas de ING.
La caída de los rendimientos desde su punto máximo a finales de septiembre ahorrará al gobierno británico cerca de mil 500 millones de libras en costos de intereses el próximo año con base en los planes de emisión actuales, de acuerdo con Bouvet.
Los bonos del gobierno también se beneficiaron de un panorama cada vez más sombrío para la economía británica, algo que llevó a los inversionistas a cuestionar hasta qué punto el Banco de Inglaterra podrá subir las tasas de interés en su lucha contra la alta inflación.
Los operadores esperan ahora que las tasas de interés británicas alcancen un máximo de 5 por ciento el próximo verano, desde el nivel actual de 2.25 por ciento. Durante el reciente caos en el mercado de los bonos del gobierno, que provocó una crisis de liquidez en los fondos de pensiones de Reino Unido, los mercados habían apostado que las tasas tendrían que subir por encima de 6 por ciento para estabilizar la libra y compensar el efecto inflacionario de los planes de endeudamiento de Truss.
El lunes, en una encuesta que se observa con mucha atención, se mostró que la actividad del sector privado británico se contrajo en octubre en su ritmo más rápido en casi dos años, lo que sugiere que el país ya entró en recesión.
“Este repunte indica que la gente volvió a observar las perspectivas económicas, y son horribles”, indicó Athey.