Los grupos automotrices chinos intensifican su desafío al dominio de Tesla en el mercado de vehículos eléctricos del país, utilizando el Salón del Automóvil de Shanghái de esta semana para mostrar una variedad de nuevos modelos y tecnología diseñados para atraer a los compradores más jóvenes.
Los grupos llevan a cabo el lanzamiento de más de una docena de modelos en el Salón del Automóvil, que se inauguró ayer, en su intento por superar al sedán de Tesla, el Model 3, como el coche eléctrico de mayor venta del país y capturar la participación de mercado en el cotizado sector premium.
Las encuestas sugieren que las marcas chinas se vuelven cada vez más populares entre los clientes más jóvenes que tienen más probabilidad de comprar modelos nacionales, con los grupos líderes como Geely, Nio y Xpeng, que utilizan la tecnología para atraer el interés.
William Li, director ejecutivo de Nio, anunció planes para ampliar su red de intercambio de baterías y estaciones de carga en las regiones menos atendidas del norte de China.
La principal marca nacional del sector de coches eléctricos de lujo por ventas de China se centra en el desarrollo de la tecnología de intercambio de baterías que descartó Tesla.
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También hizo que el modelo de suscripción para el uso de la batería sea central en su modelo de negocio. La compañía firmó la semana pasada un acuerdo con Sinopec, el grupo petrolero estatal, para instalar 5 mil estaciones de intercambio y carga en todo el país durante los próximos años.
Xpeng, una startup que cotiza en Nasdaq y tiene su sede en Guangzhou, el mes pasado presumió sus funciones de conducción autónoma alimentadas por sensores lidar, que funcionan de acuerdo con el principio de radar, pero utilizan la luz de un láser para medir distancias. La dependencia de lidar es otro enfoque que rechazó Tesla.
Otros grupos automotrices chinos de igual manera adoptaron la tecnología: Arcfox, una nueva marca de lujo creada por una filial de la compañía de manejo estatal Baic Motor y el grupo de tecnología Huawei, por ejemplo, lanzaron ayer su primer modelo, el Alpha S.
Mientras tanto, Zeekr, una marca de coches eléctricos premium que lanzó el mes pasado Geely Holdings, propietario de Volvo, Lotus y tiene una participación minoritaria en Daimler, se dirige principalmente a clientes más jóvenes que valoran la tecnología y la nueva experiencia, de acuerdo con Flynn Chen, su vicepresidente.
La compañía planea lanzar dos modelos al año en los próximos tres utilizando una red de más de 100 tiendas que se abrirán en China este año.
Los grupos automotrices que ofrecen funciones inteligentes, como ayuda en la conducción o sistemas de entretenimiento activados por voz, ayudan a impulsar el interés en las marcas chinas de gama alta frente a la competencia internacional, según Zhang Xiang, un analista independiente de la industria.
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Las medidas deben ayudar a China en su ambición de hacer que los vehículos alimentados por baterías o híbridos representen una quinta parte de las compras de automóviles en el mercado más grande del mundo del actual 5 por ciento de las ventas totales, sobre todo a medida que la industria comenzó a madurar en el último año.
Ahora se alimenta más por las compras de los consumidores de coches más grandes y más caros que por vehículos más pequeños respaldados por subsidios, un cambio que en parte recibió el impulso del éxito de Tesla en ganarse a los consumidores chinos y también por el creciente interés en las startups rivales en el país como Nio y Xpeng.
Además, puede ser el momento adecuado para desafiar al pionero de los coches eléctricos de Estados Unidos, ya que se enfrenta a una serie de controversias tras la muerte de dos hombres en un Tesla Model S en EU el fin de semana. Los hombres se accidentaron y hay evidencia que sugiere que nadie conducía el vehículo, aunque los informes indicaron que no estaba claro si el piloto automático estaba en funcionamiento.
Hubo una protesta en el stand de Tesla del Salón del Automóvil de una mujer que vestía una camiseta blanca que decía “mal funcionamiento en los frenos” sobre un logotipo de Tesla. La firma respondió al incidente en Weibo, el sitio web para blogueros, diciendo que la mujer era una cliente que había pedido devolver un automóvil después de un accidente en febrero, pero se negó a permitir una investigación de terceros.
Además de Tesla, los grupos chinos también tendrán que lidiar con la competencia de las grandes automotrices alemanas —Audi, Mercedes-Benz y BMW—, que desde hace mucho tiempo dominan su mercado de autos de lujo. En 2020, las tres marcas alemanas vendieron juntas más de 700 mil coches en China, un récord.
Sin embargo, el cambio de los motores de combustión interna a los automóviles de baterías puede crear oportunidades para establecer marcas chinas que atraigan a los menores de 35 años del país, quienes representan una proporción mayor de compras de lujo que en otros mercados.
Casi la mitad de los compradores chinos conla intención de comprar un auto en los próximos seis meses dijeron que comprarían una marca local, en comparación con una quinta parte en 2016, de acuerdo con una encuesta de JD Power que se publicó el mes pasado.
Es más probable que los compradores más jóvenes compren modelos locales; 60 por ciento de las personas que nacieron después de 1995 dicen que les gustaría comprar una marca nacional.
Las marcas alemanas que venden coches con motores de combustión interna tradicionales se ganaron una reputación durante décadas, pero cuando se trata del nuevo mundo de los coches eléctricos “todo el mundo está en la misma línea de salida”, dijo Leo Li, socio de Oliver Wyman en Shanghái.
“Nadie tiene una ventaja en términos de historia y muchas startups chinas comenzaron con perspectivas globales y construyeron equipos internacionales”, señaló Wyman.