Aston Martin, según parece, tiene más cosas en común con Austin Powers, el torpe espía de las películas de comedia, que con James Bond. El miércoles, el fabricante de automóviles de lujo advirtió que las ventas a los concesionarios se mantendrán escasas para el año. Las acciones se desplomaron. Ya perdieron dos tercios de su valor desde la oferta pública inicial de octubre que se realizó con un precio excesivo.
La compañía dijo que los márgenes de operación van a caer a 8 por ciento. Esa cifra es tan descabellada como cualquier historia sobre Bond, el embajador más conocido de la marca. Los márgenes solamente son positivos porque Aston Martin capitaliza gran parte de sus costos de investigación y desarrollo. Una política contable menos optimista dejaría al grupo con una pérdida operativa de 70 millones de libras, de acuerdo con los analistas de Bernstein.
El problema real es el flujo de efectivo, o la falta de esto. Los inversores tendrían que poner capital fresco si Aston Martin llega a tener problemas para pagar sus cuentas.
La empresa, que se creó en 1913, lleva a cabo fuertes inversiones en la producción que se necesita para fabricar el elegante vehículo utilitario deportivo DBX SUV. Su lanzamiento está programado para finales de este año. Para cumplir con las promesas que hizo el grupo en el momento de la oferta pública inicial, los automovilistas chinos acomodados tendrían que comprar un montón de estos cacharros de primer nivel, y esto en un momento en el que una guerra comercial dañó la confianza.
El capital de trabajo saludable depende del efectivo que entra por medio de los depósitos sobre las ventas. El efectivo y sus equivalentes al final del primer trimestre fueron solamente de 128 millones de libras. Si ese número cae por debajo de los 100 millones de libras, es posible que se tenga que hacer una solicitud de fondos para lograr que despegue la producción del DBX.
Con acciones que ahora tienen la altura de Mini-Me, un problema de derechos parece inverosímil. Más endeudamiento es otra opción. Pero el apalancamiento ya es pronunciado.