Los bancos globales y los gestores de activos otorgaron un total de 119 mil millones de dólares (mdd) de financiamiento a 20 grandes agronegocios vinculados a la deforestación en los últimos cinco años desde que el Acuerdo de París entró en vigor, de acuerdo con una investigación del grupo de campaña Global Witness.
Los principales bancos globales, JP Morgan, HSBC y Bank of America se encuentran entre los mayores financiadores de las compañías, entre las que se encuentra el productor brasileño de carne JBS, cada uno realizando docenas de acuerdos de financiamiento entre 2016 y 2020, encontró la investigación.
Los acuerdos incluyeron financiamiento con un valor de casi 730 mdd para Olam International, uno de los proveedores de ingredientes de alimentos más grandes del mundo, y sus filiales, por parte de JP Morgan a través de instrumentos de crédito revolvente, según muestran los datos. Olam International se encuentra bajo investigación de Forest Stewardship Council por supuestamente destruir la selva tropical en Gabón en África Central.
La deforestación es una fuente importante de emisiones de carbono, y se espera que abordar este problema se encuentre entre los temas en discusión por parte de los líderes mundiales en la cumbre climática COP 26 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se realiza desde 31 de octubre hasta 12 de noviembre en Reino Unido.
El Dato...8 de cada 20
agroempresas obtuvieron financiamiento por parte de ICBC de China, según datos de Global Witness
A pesar del creciente interés entre las empresas por plantar árboles para absorber el carbono, abordar la deforestación en las cadenas de suministro se mantiene como una cuestión menos generalizada que otras preocupaciones ambientales para muchos inversionistas, como la medición de las emisiones directas de las empresas.
Los datos de más de 5 mil acuerdos, que se compartieron con el Financial Times, indican que los cinco principales bancos por valor total de los acuerdos —que incluyen a BNP Paribas y al Banco Industrial y Comercial de China (ICBC)— alcanzaron casi 570 acuerdos de bonos, crédito y de suscripción con 20 agroempresas en ese periodo, con un valor combinado de 32 mil millones de dólares.
En el centro de las acusaciones
Las cinco instituciones, con excepción del ICBC, tienen políticas de “no deforestación”. Los 20 agronegocios han sido vinculados públicamente con el tema, y se incluyen en una base de datos de compañías activas en sectores que presentan un riesgo forestal, como la soya, la palma y la carne de res, que armó la colisión global de organizaciones de campaña e investigación bajo el paraguas Forest & Finance.
“A pesar de que muchos de estos bancos tienen compromisos voluntarios sobre la deforestación y el cambio climático, siguen teniendo relaciones con compañías vinculadas con el tema”, dice Colin Robertson, investigador forestal senior de Global Witness.
“El problema general es que no hay una obligación (legal) de los bancos” para cambiar las prácticas, agrega el investigador.
Como el más grande, el ICBC de China organizó financiamiento para 8 de las 20 compañías, según muestran los datos. Eso incluyó otorgar préstamos por valor de aproximadamente mil 100 mdd y líneas de crédito revolventes al comercializador de materias primas Cofco International, que se encuentra en el centro de las acusaciones del grupo de defensa Mighty Earth por talar más de 20 mil hectáreas de bosques en Brasil entre 2019 y 2021.
Cofco dijo que no se produjo una deforestación ilegal en las granjas de las que se surtía durante ese tiempo.
JP Morgan, el segundo mayor financiero, suscribió tres bonos entre 2018 y 2019 para el comerciante de materias primas Cargill, al que acusan de surtirse de soya cultivada en áreas deforestadas.
El año pasado, el productor de salmón Grieg Seafood identificó a Cargill sobre su “riesgo de deforestación relacionado con la soya en Brasil”.
JP Morgan no quiso hacer comentarios para el reportaje de FT.
Cargill dijo que no suministró soya de agricultores que despejaron las tierras ilegalmente o en reservas, y suspendió a los proveedores que se descubrió que estaban deforestando áreas protegidas.
Mientras tanto, Barclays y Santander suscribieron cada uno tres bonos entre 2018 y 2019 para JBS, el productor de carne que se enfrenta al escrutinio de activistas e inversionistas por sus vínculos con la destrucción en la selva amazónica.
JBS dijo que la empresa tiene una política de “cero tolerancia” en cuanto a la deforestación y que dejó de trabajar con proveedores que no la cumplen.
Santander mencionó que el banco está “comprometido con la protección de la Amazonia” y espera que sus clientes de procesamiento de carne en la región sudamericana tengan una “cadena de suministro totalmente rastreable y libre de deforestación” para 2025.
¿Cero tolerancia?
Aunque muchos bancos y grupos de inversión tienen políticas de “no deforestación”, su alcance puede ser limitado. Por ejemplo, pueden definir la deforestación como la destrucción de ciertos bosques tropicales o raros, en lugar de cualquier bosque. La prohibición tampoco puede extenderse a la deforestación legal.
También puede ser difícil aplicar y supervisar las políticas. Los bancos pueden pedir a los clientes que se aseguren de que sus proveedores no participen en la destrucción de los bosques, pero muchas de las grandes empresas de alimentos dicen que no pueden explicar el comportamiento de todos los proveedores.
Global Witness dijo que los “antecedentes problemáticos de 20 agronegocios deberían haber levantado señales de alerta importantes para los equipos de cumplimiento bancario”.
Aunque los legisladores de la Unión Europea, el Reino Unido y EU han propuesto reglamentos diseñados para eliminar la deforestación de las cadenas de suministro de las empresas, ninguno ampliaría los requisitos adicionales de debida diligencia a las instituciones financieras.
La investigación de Global Witness incluyó el análisis de los acuerdos de suscripción de emisiones de bonos y acciones, así como las tenencias de bonos y las líneas de crédito de los bancos con sede en el Reino Unido, la Unión Europea, Estados Unidos y China.
Las emisiones de bonos fueron la mayor fuente de fondos, seguidas de las líneas de crédito revolventes y los préstamos corporativos. El año en que entró en vigor el Acuerdo de París sobre el calentamiento global, 2016, fue el año más activo de negociaciones por valor, seguido de 2019.
Además del financiamiento directo, los mil 500 bancos y gestores de activos registrados en la base de datos de Global Witness tenían acciones por valor de 37 mil 500 mdd en las 20 agroempresas, hasta el cuarto trimestre de 2020.
HSBC dijo que el banco “ya salió, está en proceso de salir o no tiene ninguna relación bancaria relacionada con la silvicultura, el aceite de palma o la ganadería con la mayoría de las entidades mencionadas en el informe de Global Witness”.
BNP mencionó que la lista que recopiló Forests & Finance “no identifica las prácticas reales de deforestación, sino que clasifica a todas las empresas cuyas actividades pueden considerarse ‘de riesgo’ para los bosques”. Dejar de financiar empresas en sectores de riesgo “no tendría un impacto positivo en sus prácticas, ya que mantendrán la capacidad de depender de una serie de otro tipo de prestamistas”, agregó.
Barclays, Bank of America y Olam no quisieron hacer declaraciones a FT. Mientras que ICBC no respondió a una solicitud de comentarios.
srgs