Boeing llegó a un acuerdo para ganar una presencia estratégica en el mercado de jets regionales más pequeños, acordando tomar el control de las operaciones de aviones comerciales y servicios de la brasileña Embraer.
El acuerdo ampliará la posición del duopolio Boeing-Airbus en los aviones de pasajeros más grandes hacia el mercado regional de aviones más pequeños, después de que el fabricante europeo recientemente tomó control del programa de aviones C-Series de la canadiense Bombardier.
Bajo el acuerdo no vinculante Boeing tomará una participación mayoritaria de 80 por ciento con una valoración de 3 mil 800 millones de dólares en la nueva empresa, con la que busca aumentar la capacidad de la compañía estadunidense para competir contra Airbus y ayudar a la supervivencia a largo plazo de Embraer en una industria que se consolida cada vez más.
El acuerdo todavía no cuenta con la aprobación final del gobierno brasileño, algo que se considera clave en cualquier unión al tener en cuenta la profunda participación de Embraer en la defensa del país más grande de América Latina y su papel como campeón nacional de tecnología.
Brasil también se enfrenta a las elecciones en octubre, en las que populistas de izquierda y derecha encabezan las primeras encuestas. El presidente Michel Temer, cuyo gobierno se cree está de acuerdo con la compra de Boeing, no compite por la reelección.
El acuerdo lo tiene que revisar el gobierno, que en lo general estuvo a favor de la propuesta después de que las dos compañías también acordaron crear una empresa conjunta militar independiente, dijo una persona familiarizada con el asunto. La oficina de Temer no quiso hacer ningún comentario el jueves.
“Esta importante alianza claramente va en línea con la estrategia de largo plazo de Boeing de invertir en el crecimiento orgánico y devolver valor a los accionistas, algo que se complementa con acuerdos estratégicos que mejoran y aceleran nuestros planes de crecimiento”, dijo Dennis Muilenburg, presidente y director ejecutivo de Boeing.
El acuerdo le permitirá a Boeing ganar presencia en el mercado de jets regionales más pequeños, de los cuales Embraer es el mayor fabricante. Junto con la toma de control de Airbus del programa C-Series, estos dos tratos podrían revolucionar el panorama para la fabricación de aviones.
Para tratar de calmar las preocupaciones del gobierno, el acuerdo separa la sensible operación militar del fabricante brasileño de aviones. Las compañías dijeron que tiene planes de crear otra empresa conjunta para promover y desarrollar mercados para productos y servicios de defensa, entre ellos el nuevo avión de transporte militar de Embraer, el KC-390.
Las compañías dijeron que se esperaba que la transacción tarde en cerrarse entre 12 y 18 meses, y en ese momento obtendrían la aprobación de los accionistas, las autoridades reguladoras y el gobierno de Brasil.
Paulo César de Souza e Silva, director ejecutivo de Embraer, dijo: “Se espera que con la combinación de negocios con Boeing se llegue a crear un ciclo virtuoso para la industria aeroespacial brasileña”.
La empresa conjunta de aviación comercial estará encabezada por la administración con sede en Brasil, mientras que Boeing tendría control operativo y de gestión. La empresa reportará directamente a Muilenburg.
Con el acuerdo, Boeing tendrá una cartera de aviones comerciales que abarcan desde los de 70 asientos hasta los que tienen más de 450 asientos y los aviones de carga.
“Es un acuerdo bastante significativo, más para Embraer que para Boeing”, dijo un analista. Dijo que Airbus y Boeing, con su enfoque bien establecido de control de costos y gestión de proveedores, podrían reducir los costos en el segmento de fabricación de aviones de 100 asientos.
El acuerdo no tendrá impacto en las directrices financieras de Boeing y Embraer para 2018 o en la estrategia de despliegue de efectivo de Boeing y su compromiso para devolver aproximadamente ciento por ciento del flujo de efectivo disponible a los accionistas, dijo la compañía.
Brasil insistió en una acción de oro (un tipo de acción que le da al accionista el poder de veto) para darle al gobierno el control de la operación militar de Embraer y al gobierno también le preocupaba proteger la propiedad intelectual de los programas militares de Embraer, dijo una persona con conocimiento de la situación.
Boeing argumentó que ya gestionó con éxito empresas sensibles de defensa en otros países a través de asociaciones como en Australia y Reino Unido.
Boeing insiste en que las discusiones de Embraer no se motivaron por la acción de Airbus sobre la Serie C. Los dos fabricantes son muy conscientes de la competencia inminente de los nuevos participantes de China, Rusia y Japón en un mercado que dominan desde hace décadas.
Información adicional de James Fontanella-Khan en Nueva York.
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Sao Paulo, Londres y Chicago /
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