El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, necesitará “una o dos décadas de esfuerzo constante” para rediseñar las cadenas de suministro globales mediante la imposición de aranceles, advirtió el director del segundo mayor grupo de transporte de contenedores del mundo.
Vincent Clerc, director ejecutivo de AP Møller-Maersk, declaró a Financial Times que el volumen de comercio de mercancías entre Estados Unidos y China registró una caída de entre 30 y 40 por ciento en abril como resultado de los duros aranceles de Trump, pero que otras rutas, como la que conecta Asia con algunos mercados emergentes, se mantuvieron sólidas.
“La cadena de suministro actual en todo el mundo se ha construido durante décadas. Si quieres transformarla o cambiarla a profundidad, eso va a tomar décadas”, advirtió, y añadió que “las empresas toman decisiones y construyen fábricas, lo que lleva tiempo. Es muy poco realista que las cadenas de suministro cambien rápidamente debido a los aranceles”.
Maersk es un referente para el comercio mundial, ya que transporta uno de cada cinco contenedores por mar, y sus opiniones sobre las cadenas de suministro globales se siguen con mucha atención.
La compañía de origen danés advirtió que el comercio mundial puede registrar una contracción este año, reduciendo su pronóstico anterior de crecimiento de la demanda de contenedores de alrededor de 4 por ciento a un rango de entre -1 y 4 por ciento.
“Hoy la situación es irregular. Pero hasta ahora está afectando principalmente las relaciones y los volúmenes entre China y Estados Unidos”, advirtió Clerc.
Añadió que el comercio entre Pekín y Washington representa alrededor de 5 por ciento del volumen de Maersk, por lo que la caída hasta el momento ha sido de alrededor de 2 por ciento de su total.
“Respondimos trasladando casi 20 por ciento de nuestra capacidad en la ruta China-Estados Unidos a otras direcciones, especialmente en el Lejano Oriente hacia otros mercados emergentes. Ha demostrado ser positivo”, señaló.
El director ejecutivo de Maersk dijo que la mayor amenaza puede ser el impacto indirecto de los aranceles en la economía. “Si las cosas se arraigan, la inflación sigue aumentando y vemos un riesgo de recesión en Estados Unidos, los volúmenes van a sufrir en el segundo semestre. Nuestra función en Maersk es apoyar a nuestros clientes en esta difícil situación”, añadió Clerc.
Producción local
El presidente Donald Trump ha expresado en reiteradas ocasiones su deseo de que las compañías estadunidenses repatrien su producción y de que los grupos extranjeros aumenten su fabricación en Estados Unidos.
Sin embargo, el director de la compañía de transporte marítimo de mercancías se mostró escéptico, argumentando que la nación norteamericana falta mano de obra.
“No se producen botas para practicar snowboard fuera de China. Si se quiere cambiar eso, va a tomar tiempo, o hay que detener el snowboard. No sobrestimaría la importancia de Estados Unidos en el comercio mundial”, añadió.
Las conversaciones entre funcionarios estadunidenses y chinos, así como la firma de un acuerdo comercial entre EU y Reino Unido, son “buenas señales” de una posible desescalada, dijo el director.
Sus comentarios se produjeron con el anuncio de los resultados del primer trimestre de Maersk, que superaron las expectativas de los analistas y mantuvieron su previsión para el año completo.
Los ingresos aumentaron 8 por ciento, hasta llegar a 13 mil 300 millones de dólares, y la utilidad operativa se multiplicó por más de siete, hasta mil 200 millones de dólares. Maersk espera obtener una utilidad operativa subyacente de entre cero y 3 mil millones de dólares este año.