Cineworld, la segunda cadena de cines más grande del mundo, presentó la solicitud para la protección por bancarrota en Estados Unidos, después de hundirse bajo la carga de deuda, agravada por los cierres de las salas a causa de la pandemia.
El propietario, con sede en Reino Unido, de cadenas como Regal Cinemas, indicó ayer en una presentación que busca reducir la deuda y apuntalar su balance a través de una reestructura de sus negocios en Reino Unido, Estados Unidos y Jersey. El proceso acabará prácticamente con los accionistas.
La compañía obtuvo una línea de financiamiento de deudores en posesión de casi 2 mil millones de dólares de sus prestamistas, entre los que se encuentran los gestores de inversiones estadunidenses Invesco, Eaton Vance y State Street.
Se espera que los prestamistas tomen el control durante el proceso de bancarrota. Cineworld afirmó que presentará otros planes de reestructura “a su debido tiempo”. Mientras tanto, sus acciones, que cotizan en Londres, no serán suspendidas.
Un acuerdo para reducir la deuda y los pasivos por arrendamiento de la compañía, que ascendían a casi 9 mil millones de dólares a finales de 2021, “tendrá como resultado una dilución muy significativa de las participaciones de capital en el grupo”, señaló Cineworld, y advirtió que “no hay garantía de ninguna recuperación para los titulares de las participaciones de capital existentes”.
La solicitud se produce después de una lucha de años con una pila de deuda en la que incurrió a través de la expansión, incluida la adquisición de Regal en 2017, mientras que las ventas de boletos se vieron afectadas por el aumento del streaming junto con los cierres a causa del covid-19. El director ejecutivo de la compañía, Mooky Greidinger, acordó en dos ocasiones paquetes de rescate con los prestamistas para evitar la quiebra durante la emergencia sanitaria.
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Las acciones de la cadena de cines ya perdieron más de 90 por ciento de su valor en el último año mientras el grupo se tambaleaba, aunque el lunes subieron casi 10 por ciento para llegar a 4.3 peniques y durante la jornada de ayer cerraron con un alza de 9.92 por ciento.
“La pandemia fue un momento increíblemente difícil para nuestro negocio, con el cierre forzoso de las salas de cines y la enorme disrupción de las programaciones de las películas que nos llevaron a este punto”, lamentó Greidinger.
“Este último proceso forma parte de nuestros esfuerzos continuos por fortalecer nuestra posición financiera y busca un desapalancamiento que creará una estructura de capital más resistente y un negocio más eficaz”, añadió el director.
Cineworld planea discutir la mejora de las condiciones de arrendamiento de los cines de Estados Unidos con los propietarios y dijo que espera salir del Capítulo 11 durante el primer trimestre de 2023. Los empleados seguirán cobrando, mientras que sus cadenas, entre las que también se encuentran Cinema City, Picturehouse y Yes Planet, seguirán funcionando con normalidad.
Cineworld, una empresa familiar fundada en Israel hace casi un siglo, se expandió con rapidez en los mercados internacionales bajo la dirección de Greidinger, pero nunca logró quitarle el lugar a la compañía estadunidense AMC como la cadena de cines más grande a escala mundial.
La cadena, que opera 747 unidades y emplea a alrededor de 28 mil trabajadores en todo el mundo, también se enfrenta a un posible desembolso de mil millones de dólares a su rival canadiense Cineplex por un intento de adquisición que se abandonó en 2020. Cineworld está apelando la decisión ante los tribunales canadienses.
No es el único grupo de salas de cine que se enfrenta a graves dificultades financieras. Los prestamistas de Vue International, la tercera cadena de cines de Reino Unido, tomaron el control de la compañía en una reestructura de la deuda de mil millones de libras en julio. Por otro lado, la compañía AMC tiene pasivos por más de 5 mil millones de dólares.