IBM completó la escisión de su negocio de servicios de tecnología de la información que alguna vez la salvó del borde de la bancarrota, en su movimiento más drástico hasta ahora para poner fin a una década de contracción que erosionó la confianza entre los inversionistas de Wall Street y los clientes.
Las acciones de la nueva operación independiente de servicios, rebautizada como Kyndryl, comenzaron a operar ayer en Wall Street, y la compañía se desprenderá de un negocio que generó más de una cuarta parte de los 73 mil 600 millones de dólares de ingresos de IBM el año pasado.
La operación de servicios de tecnología de la información de IBM la creó el entonces CEO Lou Gerstner después de que la firma estuvo a punto de sufrir un desastre financiero a principios de la década de 1990. Gerstner, un antiguo ejecutivo de capital privado, apostó por que la construcción y el mantenimiento o, en algunos casos, el manejo de sistemas de tecnología de la información para los clientes que generaría ingresos adicionales y aumentaría las ventas de productos IBM como sus computadoras centrales.
Sin embargo, la división de servicios decayó en los últimos años cuando los clientes de IBM cambiaron una proporción mayor de su informática a las nubes públicas manejadas por Amazon y Microsoft, y una cartera envejecida de productos de software desarrollados para una era anterior de la computación que no logró apoyar el crecimiento de la compañía.
IBM confía en que al desprenderse de Kyndryl, cuyos ingresos se prevé que caigan 6 por ciento este año, deje atrás una década de contracción. Los ingresos de Big Blue registran caídas todos los años desde 2011, excepto un año en el que crecieron menos de 1 por ciento. La escisión dejará a la firma con cerca de la mitad de los 107 mil millones de dólares de ventas anuales que alcanzó su pico en 2011.
“Hay mercados en los que invertimos mucho dinero que no funcionaron”, dijo Arvind Krishna, director ejecutivo de IBM, sobre su contracción. En una reciente entrevista con Financial Times, añadió que el problema de la compañía “no fue la falta de inversión”, sino “la ejecución”.
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El retroceso incluyó apuestas fallidas en algunos de los mayores mercados nuevos de tecnología de la información. El principal de ellos fue la computación en la nube, donde la adquisición de un pequeño negocio en la nube, ocho años después, llevó a IBM una operación que fue incapaz de atender las necesidades de las grandes corporaciones y los gobiernos, que son sus principales clientes.
Tratar de canalizar a los clientes para que utilizaran la pequeña división interna de la nube de IBM en un momento en que el mercado se inclinaba hacia los actores más grandes, fue una de las razones por las que el gigantesco negocio de servicios de tecnología de la información de IBM se quedó atrapado en un mercado en contracción, dijo Martin Schroeter, ex director financiero de IBM y ahora CEO de Kyndryl.
La separación del negocio de servicios de IBM le permitirá forjar asociaciones con las principales compañías de la nube y le dará una nueva oportunidad en los mercados que están creciendo, añadió. Kyndryl espera “estabilizar” su negocio para 2025, poniendo fin a su contracción de ingresos y posicionándose para empezar a crecer de nuevo, afirmó Schroeter.
Por su parte, Krishna apuesta por que una estructura simplificada, junto con una mejor ejecución, sitúe por fin el resto del negocio de IBM en una senda de crecimiento sostenible. Los cambios realizados desde que asumió el cargo como director ejecutivo el año pasado han incluido la reducción de las inversiones de IBM a un número menor de prioridades, como la inteligencia artificial, la seguridad y la introducción de nuevos acuerdos de remuneración para la fuerza de ventas de la compañía con el fin de promover las compras de sus productos de software más nuevos.
La relevancia decreciente de la cartera de tecnologías de IBM alejó a la compañía del lugar central que antes ocupaba entre los compradores de tecnología de la información, de los que durante mucho tiempo se dijo que operaban según el principio de que “nunca te despiden por comprar IBM”. En una reciente encuesta sobre las intenciones de compra de los directores de inversiones de las empresas se mostró que planeaban dirigir una parte aún menor de su gasto en tecnología de la información a IBM en sus diferentes negocios, según una nota de Katy Huberty, analista de Morgan Stanley.
Hace una década, Wall Street les daba una valoración a IBM y Microsoft en poco más de 200 mil mdd cada una. Desde entonces, el valor de IBM se redujo a casi la mitad, mientras que Microsoft superó esta semana a Apple para convertirse en la empresa pública más valiosa del mundo, con más de 2.5 billones de dólares.
El enorme cambio en la suerte de Microsoft muestra cómo la compañía de software asumió el papel central en tecnologías de la información que antes ocupaba IBM, dijo David Thacker, un ex ejecutivo de la nube de Google y ahora un capitalista de riesgo en Greylock. Añadió que el mantra entre los compradores de tecnología de la información en estos días es: “No te despiden por comprar a Microsoft”.