El covid borró avances en erradicación de pobreza

Opinión. El ritmo de reducción de la personas en miseria se desaceleró de forma alarmante; la tasa global caerá 3 puntos porcentuales, en comparación con 14 en la década anterior a 2013, según el Banco Mundial

El covid borró avances en erradicación de pobreza
Martin Wolf
Londres /

Pasaron poco menos de cuatro años desde que el mundo tomó conciencia del covid. Esto desencadenó una enorme caída de la actividad económica, a lo que siguió una rápida recuperación general, las guerras entre Rusia y Ucrania y ahora en Gaza, los precios que se dispararon (en especial de alimentos y energía) y un rápido aumento de las tasas de interés. En el fondo, el cambio climático es cada vez más evidente. ¿Qué significa todo esto para los más pobres del mundo? La respuesta es que los avances que se lograron en el pasado en la erradicación de la pobreza extrema se desaceleraron. En las naciones que albergan a la mayoría de las personas con menos recursos, simplemente se estancó. Para mejorar esto, se necesitará una ayuda más generosa de los donantes oficiales.

La tan denostada era de la globalización contribuyó a lograr enormes reducciones en la proporción de la población mundial que vive en pobreza extrema. Actualmente, el Banco Mundial lo define como un ingreso de menos de 2.15 dólares por día a precios de 2017. Las cifras de pobreza extrema, así definida, cayeron de mil 870 millones (31 por ciento de la población mundial) en 1998 a una proyección de 690 millones (9 por ciento) en 2023.

Por desgracia, la tasa de disminución se desaceleró: de 2013 a 2023, la tasa de pobreza global caerá de acuerdo a los pronósticos en poco más de 3 puntos porcentuales. Por el contrario, cayó 14 puntos en la década anterior a 2013.

¿Por qué se produjo esta desaceleración? La respuesta es que se desaceleró en los países más pobres, aquellos que reúnen los requisitos para recibir préstamos de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), la división de préstamos blandos del Banco Mundial. La proporción de la población en pobreza extrema en el resto del mundo cayó de 20 por ciento en 1998 a una pronóstico de solo 3 por ciento en 2023. Se estima que cayó 4 puntos porcentuales solo entre 2013 y 2023. Mientras, en los países elegibles para la AIF, la proporción de pobreza extrema también cayó, de 48 por ciento en 1998 a un pronóstico (aún alto) de 26 por ciento en 2023, pero la reducción fue de apenas un punto porcentual entre 2013 y 2023, mientras que había sido de 14 puntos porcentuales en la década anterior.

No es que la pobreza extrema haya desaparecido por completo en los países más prósperos, aún se pronostican alrededor de 193 millones en esa condición en países que en la actualidad no son elegibles para la AIF, pero la cifra en los países elegibles es de 497 millones, 72 por ciento del total mundial de 691 millones. Además, dado que la proporción de personas extremadamente pobres en el resto del mundo es de solo 3 por ciento, es razonable suponer que, con un crecimiento general modesto, esta situación se eliminará en su mayor parte para 2030. Entonces, está claro que el objetivo de eliminar la pobreza extrema solo se logrará centrando la atención y los recursos en los países más pobres.

Setenta y cinco países son elegibles para recibir recursos de la AIF. De estos, 39 están en África. Algunos también pueden solicitar préstamos con condiciones más costosas del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento. Entre estos están Bangladesh, Nigeria y Pakistán.

No hay duda de que entre los países elegibles para la AIF se encuentran muchos de los peor administrados del mundo, pero también son frágiles en varios sentidos y, por tanto, están atrapados en trampas de pobreza, de las que es difícil escapar, en especial cuando se ven afectados por crisis. Además, no tienen por qué ser “barriles sin fondo”. La AIF se creó hace más de medio siglo, en gran parte, para ayudar a India. De hecho, en ocasiones incluso a la AIF se le llegó a identificar como “Asociación de Desarrollo de India”; sin embargo, India ya se graduó con éxito y es donante. La larga lista de graduados incluye a China.

La AIF ahora utiliza su vigésimo reabastecimiento, de julio de 2022 a junio de 2025. Dada la urgencia de acelerar el crecimiento, reducir la pobreza extrema y abordar los desafíos del cambio climático en los países empobrecidos, la próxima reposición tendrá que ser mucho mayor, como argumentó Ajay Banga, presidente del Banco Mundial, en su revisión de mitad de mandato.

El último Informe sobre la Deuda Internacional del Banco Mundial, que se publicó la semana pasada, revela otra poderosa razón por la que se necesitan más recursos: estos países se volvieron demasiado dependientes de fuentes de financiamiento menos confiables y costosas. Así, el informe afirma que “para los países más pobres, la deuda se ha convertido en una carga casi paralizante: 28 países elegibles para recibir préstamos ahora corren un alto riesgo de sobreendeudamiento; 11 están en peligro”. El problema de la deuda es más general, pero es significativo en países con concentraciones tan altas de gente pobre.

Estos problemas de deuda no sorprenden tanto. Entre 2012 y 2021, la proporción de deuda externa de los beneficiarios de la AIF con acreedores privados dio un brinco de 11.2 a 28 por ciento. En parte como resultado, el servicio de la deuda de los países elegibles para la AIF saltó de 26 mil millones de dólares en 2012 a 89 mil millones en 2022, y los pagos de intereses por sí solos aumentaron de 6 mil 400 millones en 2012 a 23 mil 600 millones en 2022. Sobre todo, la participación de los tenedores de bonos y otras entidades privadas de crédito en el total de los compromisos de los prestamistas se desplomó desde un máximo de 37 por ciento en 2021 a apenas 14 por ciento en 2022. Este es el comportamiento clásico de los acreedores al tratar con solicitantes de préstamos marginales: regresar a casa cuando la Fed endurece la política monetaria. En total, la proporción de países elegibles en riesgo de sobreendeudamiento alcanzó 56 por ciento en 2023, según el informe.

El endeudamiento comercial de estos países es inseguro. Será necesario condonar parte de su deuda pendiente y, lo que es más importante, van a necesitar más financiamiento en condiciones favorables. No es solo un deber de los países ricos, sino también va en su interés proporcionar los recursos que requieren para escapar de la trampa de la pobreza. Miles de millones de personas lo hicieron. Ahora terminemos el trabajo.

Financial Times Limited. Declaimer 2021

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