Creo que necesitamos más gente en los cargos de más alto rango que empiece en política después de los 40 años. Esa es una de las conclusiones que saqué del éxito inicial del gobernador de Minnesota, Tim Walz, como compañero de fórmula de Kamala Harris. Como mi colega y jefe de la oficina de Washington, James Politi, y yo comentamos en el artículo más reciente, muchos de nosotros pasamos de no saber quién es este hombre a estar encantados con él en cuestión de días.
A continuación, mi opinión sobre lo que significa Walz y por qué creo que puede ser lo mejor que le ha pasado a la campaña de Harris y a las elecciones presidenciales de 2024.
1. Ha vivido en el país de Estados Unidos de la gente real
Walz viene del Medio Oeste y pasó la mayor parte de su vida en las zonas rurales de Minnesota y Nebraska; creció en un pueblo con poco más de 400 habitantes (y la mitad de sus compañeros de clase, como él dice, eran sus primos). Yo crecí en una parte similar del mundo, y en esos lugares no solo hay milicianos blancos furiosos que apoyan a Donald Trump, sino gente decente llena de sentido común que está dispuesta a quitar con una pala la nieve de la entrada de la casa del vecino en invierno y llenar la despensa de la iglesia los fines de semana. La gente de estados columpio (en disputa) como Wisconsin, Pensilvania y Michigan percibe intuitivamente su autenticidad porque lo conocen. Es el profesor, el entrenador de futbol americano, el compañero de caza con el que creciste (y sí, en realidad es todas esas cosas).
2. Muestra que hay un lugar para las personas grandes blancas en el Partido Demócrata
Estoy totalmente a favor de la justicia social, pero los lectores de Swamp Notes sabrán que creo que muchos progresistas han ido demasiado lejos en el camino de la política divisiva de identidad y se alejaron de los temas que podrían unir a la gente y al partido. Esa es una de las razones por las que algunos hombres blancos con un menor nivel de educación en particular se han vuelto conservadores en los últimos años: simplemente no han podido mantenerse al día con los cambios culturales que parecen tan naturales si vives en San Francisco, Nueva York o en Austin. Todo lo que Walz tiene que hacer es aparecer en el escenario y abrir la boca para demostrar que sí, puedes ser tu yo de White Dude (tipo blanco) y aún así ser progresista (y si aún no lo has hecho, echa un vistazo a White Dudes for Harris).
3. Sabe cómo comunicarse
Eso puede sonar básico, pero para los demócratas, a menudo no lo es. Podemos hacer políticas y pensar en grande durante mucho tiempo, pero los republicanos casi siempre son mejores en el mensaje. Walz cambia esa dinámica con su forma de persona normal a la hora de responder a preguntas políticas absurdas. Cuando se le preguntó si se arriesgaba a que lo llamaran izquierdista radical debido a su apoyo a las comidas escolares gratuitas y los derechos al aborto, Walz se rió y dijo: “¡Qué monstruo! Los niños están comiendo y tienen la barriga llena para poder ir a aprender, ¡y las mujeres toman sus propias decisiones de atención de salud!! Cuando se le ocurrió la palabra “raro” para describir a Trump y a su candidato a vicepresidente, JD Vance (¿podría haber una mejor descripción?), el término se volvió viral. Como él mismo lo expresó, “¿Quién está sentado en un bar en Racine, Wisconsin, diciendo ‘¿Sabes lo que realmente necesitamos? Necesitamos prohibir Rebelión en la granja’ ¡Nadie lo está haciendo!” ¡Toda la razón, Tim!
4. Tiene experiencia en economía del cuidado
Harris necesita preservar el legado de las Bidenomics, pero también ampliarlo con su propio legado. Walz prometió hacer de Minnesota el mejor estado de EU para las familias y podría ayudar a Harris a crear un modelo para hacerlo a nivel nacional. Esto significa ir más allá de las estrategias progresistas habituales para, digamos, los créditos fiscales por hijo y la redistribución, y realmente abordar algunos de los problemas de concentración de poder que están en el corazón de la mayoría de los problemas de nuestra economía. Ejemplo: ocho de los 11 centros de cuidado infantil más grandes están dirigidos por empresas de capital privado, que suelen aumentar los precios y disminuir la calidad de la atención para mantener altos los márgenes. Me encantaría ver la candidatura Harris-Walz enfrentarse al modelo económico fallido para la economía del cuidado.
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5. Walz ayuda a proteger el flanco de clase trabajadora de Harris
Como mujer que pertenece a una minoría, tiene la justicia social cubierta. Pero como miembro de las llamadas élites de las costas, con estrechos vínculos con Silicon Valley y Wall Street, debe tener cuidado de no alienar a los votantes indecisos. Me ha interesado ver que la campaña Trump-Vance ya empezó a enviar correos electrónicos sobre el precio de las joyas que usa Kamala. Pero si comparamos a Walz y Vance, es fácil ver quién está más cerca de los verdaderos estadunidenses de clase trabajadora. Mientras que Vance es un multimillonario que es propietario de varias casas, invierte en criptomonedas y recibió la guía de Peter Thiel, Walz y su esposa tienen un patrimonio neto combinado de menos de 330 mil dólares, según un artículo reciente del Wall Street Journal. Tal vez sea hora de comenzar a hablar de “trabajo, no riqueza”de nuevo en la campaña electoral.
Peter, ¿ves a Walz como un positivo neto para Kamala? ¿Y qué te conmueve (o no) de él?
Lecturas recomendadas
Me voy de vacaciones un par de semanas y volveré a Swamp Notes la primera semana de septiembre. Mientras tanto, aquí les dejo un poco de lectura de verano
- David Remnick entrevistando a Nancy Pelosi es una lectura política imprescindible.
- Este artículo de Foreign Affairs escrito por Zongyuan Zoe Liu sobre por qué China no abandonará su viejo modelo de crecimiento de inversión liderada por el Estado se adentra en las causas estructurales y culturales de los desequilibrios económicos de China.
- Es tan raro que esté de acuerdo con un editorial del WSJ que lo debo señalar cuando eso ocurre. Este editorial es muy acertado sobre los efectos de 15 años de política monetaria laxa y la volatilidad del mercado que probablemente seguiremos viendo como resultado. Gillian Tett del Financial Times trata un tema similar aquí.
- En el FT, por favor, echen un vistazo a mi columna de hoy, que cubre un anuncio extremadamente importante pero que se pasó por alto casi por completo en el marco de la conferencia de la OTAN hace unas semanas, en la que EU, Finlandia y Canadá anunciaron planes para construir barcos rompehielos juntos. Esto no sólo ilustra un nuevo paradigma para el comercio, la política industrial y el friendshoring (la deslocalización de cadenas de suministro o líneas de producción a países amigos o aliados), sino que crea una incipiente alianza para contrarrestar el creciente poder chino y ruso en el Ártico.
Peter Spiegel responde
Rana, debo admitir que estoy un poco sorprendido por el entusiasmo con el que se ha recibido a Walz. Como dices, cumple muchos requisitos para Harris, en particular a la vieja usanza del “equilibrio de la fórmula”: un candidato de la zona central estadunidense (Minnesota, criado en una granja, universidad poco conocida) como vicepresidente sirve como contrapeso para una élite de las costas (California, abogada, Universidad Howard) en la cabeza de la candidatura. Es la dinámica “Boston-Austin” que ha caracterizado a los compañeros de fórmula demócratas, de vez en cuando, desde que John F. Kennedy eligió a Lyndon Johnson hace casi 65 años.
Pero vuelvo al hecho de que no hay pruebas de que la elección del vicepresidente tenga algún impacto en la toma de decisiones del votante promedio cuando vota por un candidato presidencial. Lo único que un compañero de fórmula puede aportar, según los analistas, es ganar en su estado natal. Y en una carrera tan reñida, parecía haber un candidato mucho más obvio frente a Harris: el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro.
Pensilvania es el premio más importante en las elecciones de este año, y Shapiro sigue siendo extremadamente popular allí. Shapiro no tiene la biografía que tiene Walz: es un político de carrera y se crió en la relativa opulencia de los suburbios de Filadelfia, que tal vez no se ajusten a nuestra definición moderna de lo que se conoce y te refieres como “Estados Unidos de la gente real”.
Pero para cualquiera que haya visto a Shapiro presentar a Harris y Walz en el inicio de la campaña de la semana pasada en Filadelfia, sin duda tiene un carisma que le sale por todos los poros y puede animar un mitin político.
Lo que parece que impidió que Harris se inclinara por Shapiro es una gran cantidad de cabildeo por parte del ala progresista del Partido Demócrata, a la que le preocupaba su continuo apoyo a Israel, y una falta de química personal entre los dos. Pero ambos parecen poca cosa en comparación con el trofeo que es Pensilvania.
Si Harris termina perdiendo en noviembre, sospecho que habrá muchas dudas sobre su decisión de elegir a Walz en lugar de Shapiro.