El sistema de cuidado infantil en EU ya está descompuesto

El fin de los subsidios para la atención de los menores en la era pospandemia impulsa la necesidad de una nueva forma de prestación; los pagos para esto aumentaron más de 30% desde 2019

Familias pagan por el cuidado de los niños 20% o más de sus ingresos por este servicio. AP
Rana Foroohar
Nueva York /

Una gran parte de la campaña de reelección del presidente Joe Biden en 2024 consistirá en que su administración aprobó el mayor programa de estímulo fiscal desde la era Eisenhower, con dinero que se destina a infraestructuras, chips y tecnología limpia. Pero el programa de Biden de la agenda Build Back Better (Reconstruir Mejor) siempre ha tenido dos vertientes, reconstruir la economía industrial de Estados Unidos y reconstruir su economía asistencial. Este último objetivo todavía está en peligro, algo que puede tener importantes consecuencias para los mercados laborales y la inflación.

La proporción de mujeres estadunidenses en la fuerza laboral actualmente está en máximos históricos, en parte porque la Casa Blanca impulsó subsidios para el cuidado infantil en respuesta al cierre que se produjo de 16 mil guarderías durante la pandemia. Las guarderías operan con márgenes muy pequeños en el mejor de los casos, y ahora, que con la eliminación gradual se puso fin a los últimos subsidios, algunos comienzan a cerrar. Esto se produce en un momento en el que el costo de atención y cuidados se dispara: en un informe del Bank of America Institute que se publicó en octubre de 2023 se muestra que los pagos para el cuidado infantil aumentaron más de 30 por ciento desde 2019.

¿Qué hay detrás de esta yuxtaposición? ¿Por qué están cerrando guarderías incluso cuando los precios se están disparando? En pocas palabras, la atención infantil de EU es una industria que no funciona.

“Realmente no puedes hacer que el modelo de negocio del sector privado funcione a menos de que atiendas principalmente a las élites”, dice Heather Boushey, quien trabaja en el Consejo de Asesores Económicos del Presidente, y que ha escrito extensamente sobre la economía asistencial y las dificultades que pasan las familias de clase trabajadora.

Para lograr que salgan las cuentas con una proporción de uno a cuatro en cuanto a guarderías para cada niño menor a tres años, incluyendo prestaciones de atención de salud, remuneración decente e instalaciones cómodas, la mayoría de los centros de atención infantil tienen que cobrar más de lo que puede pagar una familia promedio.

De acuerdo con una encuesta de Care.com, dos tercios de las familias que pagan por el cuidado de los niños gastan 20 por ciento o más de sus ingresos en ese tipo de servicios, los cuales van cada vez más dirigidos al mercado de lujo. En el estudio de BoA se señala que las familias que ganan entre 100 mil y 250 mil dólares al año están utilizando más servicios de cuidado infantil, mientras que las que tienen menos los están recortando, en parte debido a la inflación alimentada por los usuarios más acomodados. Las familias más ricas también están gastando menos en otros bienes y servicios para cubrir el resto de los pagos de cuidados. BofA cree que la inflación del cuidado aumentará aún más ahora que se agotó el programa gubernamental de Child Care Stabilisation (Estabilización del Cuidado Infantil).

La administración Biden redobló sus compromisos asistenciales y propuso desembolsos aún más ambiciosos para el presupuesto federal de 2024. Pero casi no hay posibilidades de que se apruebe el aumento propuesto de 400 mil millones de dólares en pagos a cuidadores y familias trabajadoras en el transcurso de 10 años.

Como resultado, muchas familias van a recurrir a sus ahorros o es posible que las mujeres con niños en edad preescolar que lograron permanecer en el trabajo durante el covid ahora tengan que dejar de hacerlo. Eso ejercería presión sobre un mercado laboral que la Reserva Federal cree que se mantendrá relativamente restrictivo durante el próximo año.

Entonces, ¿cuál es la solución para el fallido sistema de cuidado infantil de Estados Unidos? Parece necesaria alguna medida de apoyo estatal continuo y creciente. En un estudio de 2023 del Bipartisan Policy Centre (Centro de Política Bipartidista) se señala que la falta de acceso a servicios de cuidado infantil formal para 3.4 millones de niños en 35 estados le costó al país entre 142 mil y 217 mil millones de dólares en pérdida de productividad económica. La canasta completa de subsidios para el cuidado infantil de la ley del Plan de Rescate Estadunidense (ARP, por su sigla en inglés) relacionados con la pandemia ascendió a 78 mil millones de dólares. Incluso sin el gasto de consumo adicional que proviene de un hogar con dos padres que trabajan, o los efectos de la inflación y el mercado laboral de tener más mujeres trabajando, eso me parece una ganga.

Los conservadores suelen argumentar en contra de subsidiar el cuidado infantil por razones que van desde el libertarismo económico hasta la noción de que las madres deberían cuidar de sus propios hijos pequeños. Pero incluso los padres que se quedan en casa se beneficiarían de créditos a los ingresos familiares y de prestaciones de seguridad social reformadas que reconozcan que cuidar de los niños es trabajo, de hecho, en mi experiencia, el más difícil que existe. Es una burla que los padres que se quedan en casa terminen con un Medicare y un apoyo a las pensiones estatales más bajos porque no se les considera trabajadores.

Dicho esto, la realidad es que la mayoría de las mujeres necesitan y quieren trabajar, y EU necesita desesperadamente un sistema que considere la falta de acceso al cuidado infantil como algo más que una simple externalidad económica negativa que el mercado de alguna manera abordará por sí solo. Adoptar el enfoque de “el mercado es el que sabe” con respecto a este tema aumentará la inflación, incrementará la desigualdad y hará que más mujeres vuelvan a dedicarse a ser solamente madres o a dar prioridad a dedicarse a sus hijos sobre las oportunidades laborales.

En caso de que Biden sea reelegido, espero que apuntalar la economía de la asistencia sea tarea de su segundo mandato. Pero en lugar de eso, las empresas también tienen que desempeñar un papel más importante en la solución del problema.

La secretaria de Comercio, Gina Raimondo, cree que el servicio de cuidados es clave para decidir qué empresas tienen acceso a los fondos de estímulo del ARP. Espero que esto genere algunas ideas sobre cómo crear un mejor sistema a escala.

Financial Times Limited. Declaimer 2021


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