Las compañías recaudaron un récord de 12.1 billones de dólares en 2021 mediante la venta de acciones, la emisión de deuda y la firma de nuevos préstamos, ya que un torrente de estímulos de los bancos centrales y la rápida recuperación de la pandemia impulsaron a muchos mercados mundiales al alza.
A unos cuantos días de que termine el año, la recaudación de fondos ya aumentó casi 17 por ciento con respecto a 2020, que fue en sí mismo un año histórico, y casi una cuarta parte por encima de la recaudación de 2019 antes de la crisis del coronavirus, de acuerdo con los cálculos del Financial Times basados en datos de Refinitiv.
El feroz ritmo de la recaudación de fondos pone de manifiesto lo fáciles que son las condiciones financieras en muchas partes del mundo, sobre todo en EU, donde se recaudaron más de 5 mil millones de dólares (mdd).
“Ha sido un año realmente exitoso”, dijo Chris Blum, un banquero de BNP Paribas que ayuda a financiar compras apalancadas. “Anticipamos que continuará el próximo año. Cada año uno piensa que los mercados bajarán de este ritmo frenético, pero seguirá siendo robusto”.
Se han recaudado sumas gigantescas con la salida a bolsa de compañías como el fabricante de vehículos eléctricos Rivian y la empresa surcoreana de comercio electrónico Coupang.
Se firmaron decenas de préstamos de 10 y 11 cifras, incluidos los destinados a financiar la fusión de Discovery con la unidad WarnerMedia de AT&T y la adquisición de Kansas City Southern por parte del operador ferroviario Canadian Pacific. Y los inversores en el mercado de bonos corporativos de EU, de aproximadamente 10 mil mdd, disfrutaron de un acuerdo tras otro.
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Los programas masivos de compra de bonos que pusieron en marcha los bancos centrales, entre ellos la Reserva Federal de EU y el Banco Central Europeo, durante las profundidades de la pandemia, contribuyeron a llevar los costos de los préstamos a mínimos históricos. Junto con la gran cantidad de efectivo que circula por el sistema financiero, el entorno era muy favorable para que las empresas recurrieran a nuevos inversores y prestamistas, según los banqueros.
Mientras que las ventas de bonos corporativos de alta calificación se desaceleraron en Europa y Estados Unidos —muchos grupos de primer nivel habían llenado sus arcas corporativas en 2020— un aumento de las emisiones de las compañías con calificación de basura hizo que las ventas totales de bonos corporativos cayeran menos de 3 por ciento, hasta los 5.5 billones de dólares.
Esto se vio reforzado, en parte, por la tremenda actividad del capital privado, ya que empresas de adquisiciones como KKR, Blackstone y Apollo se endeudaron a través de los mercados de crédito para financiar adquisiciones que ascienden a un total de 1.1 billones de dólares este año.
Las ventas de bonos basura aumentaron 17 por ciento con respecto al año anterior, hasta poco menos de 650 mil millones de dólares, mientras que las nuevas emisiones de préstamos apalancados —préstamos a prestatarios altamente endeudados— aumentaron más del doble, hasta alcanzar los 614 mil mdd, según Refinitiv y el servicio Leveraged Commentary & Data de S&P Global.
“Independientemente de que se piense que las valoraciones son elevadas o no, la realidad es que hay mucha liquidez en el sistema y los espíritus animales en el mercado de fusiones y adquisiciones están muy vivos”, dijo Kevin Foley, el ejecutivo de JPMorgan Chase encargado de suscribir más operaciones de bonos corporativos que ningún otro en el mundo, según las tablas de clasificación de Bloomberg.
La emisión mundial de valores superó el récord de 2020, impulsada por el aumento de los volúmenes de las ofertas públicas iniciales en todos los principales mercados. La emisión total de valores alcanzó los 1.44 billones de dólares, un 24 por ciento más año con año.
En EU, en particular, los volúmenes de OPIs casi se duplicaron en comparación con 2020, un año que ya había sido muy intenso, con los debuts de empresas como el fabricante de chips GlobalFoundries, la aplicación de citas Bumble, y Nubank, el grupo brasileño de fintech que cuenta con Warren Buffett y Tencent como inversores.
“No solamente rompimos el récord, sino que lo aplastamos”, dijo Jim Cooney, responsable de los mercados de capitales para el continente americano en Bank of America. “Ni siquiera estuvo cerca”.
Sin embargo, a pesar de los fuertes volúmenes y el sólido crecimiento del mercado de valores en general, muchas de las empresas que acaban de salir a bolsa tuvieron un rendimiento inusualmente bajo después de la salida a bolsa. El índice Renaissance IPO, que le da seguimiento al desempeño de las recientes salidas a bolsa en EU, cayó 8 por ciento este año, su peor desempeño en relación con el S&P 500 desde su lanzamiento en 2009.
Por primera vez en la historia, las compañías de adquisiciones de propósito especial (SPAC) recaudaron más dinero en Estados Unidos que las OPI tradicionales. La emisión se desaceleró desde un primer trimestre extraordinario, pero un flujo constante de compañías de cheques en blanco —que recaudan dinero de los inversores y luego buscan una empresa para adquirirla— salieron al mercado durante los últimos meses del año, recaudando colectivamente más de 152 mil millones de dólares este año.
Brad Miller, codirector de los mercados de capital del continente americano en UBS, dijo que el mercado de las SPAC “ha sido verdaderamente extraordinario”. El resultado, añadió, es que ahora hay “un enorme número de compañías que buscan oportunidades de fusiones y adquisiciones”.
Según Dealogic, más de 550 SPACs buscan actualmente un blanco, y casi 200 tienen un plazo para encontrar uno antes de finales de 2022. Su éxito o fracaso ayudará a determinar si el fenómeno de las SPAC persiste o si se desvanece para convertirse en el producto de nicho que era antes de 2020.