Facebook abandonó su apelación de un año contra una multa de 500 mil libras que impuso el regulador de datos de Reino Unido, porque no logró proteger la información de los usuarios en el escándalo de Cambridge Analytica.
El pago se produce en un momento de renovado escrutinio sobre el papel de Facebook en el proceso democrático, con una nueva disputa que surge por su negativa a verificar los hechos que aparecen en la publicidad política en el periodo previo a las elecciones presidenciales estadunidenses de 2020.
Sin embargo, en el acuerdo del miércoles con la Oficina del Comisionado de Información de Gran Bretaña (ICO, por su sigla en inglés) no se incluye ninguna admisión de responsabilidad por parte de la compañía con sede en Silicon Valley.
El arreglo significa que la investigación interna de Facebook sobre Cambridge Analytica, que se suspendió a solicitud de la ICO, ahora puede seguir adelante.
La investigación de la ICO concluyó que Facebook permitía que desarrolladores de aplicaciones como Cambridge Analytica tuvieran acceso a la información personal de los usuarios sin “un consentimiento suficientemente claro e informado”. El regulador también acusó a Facebook de no tomar “medidas correctivas adecuadas y oportunas” después de que se descubrió el mal uso de los datos.
La multa resultante, que se impuso por primera vez hace más de un año, fue la sanción máxima establecida en las antiguas leyes de privacidad de Reino Unido, algo que protege a Facebook de lo que podría haber sido una multa mucho más alta bajo el posterior Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea (RGPD).