La Reserva Federal de Estados Unidos subió medio punto porcentual su tasa de interés oficial de referencia y señaló su intención de seguir presionando a la economía estadunidense el próximo año, mientras los bancos centrales de ambos lados del Atlántico entran en una nueva fase de la batalla contra la inflación.
En su última reunión del año, el Comité Federal de Mercado Abierto votó de manera unánime a favor de aumentar la tasa de interés de los fondos federales hasta un rango objetivo de entre 4.25 y 4.5 por ciento, con lo que puso fin a una serie de alzas a las tasas de 0.75 puntos porcentuales durante meses.
Es probable que a escala internacional se siga el ejemplo del giro hacia incrementos menores, ya que el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra también se disponen a realizar aumentos mañana en los costos de endeudamiento en medio punto porcentual.
Los economistas afirman que la inflación alcanzó un máximo en las tres regiones, con reducciones de la tasa general en Estados Unidos y Reino Unido esta semana, pero a los bancos centrales todavía les preocupa que tarde demasiado en descender hacia sus objetivos de 2 por ciento.
En una conferencia de prensa posterior a la decisión, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo: “Hemos recorrido mucho terreno y aún no se han sentido todos los efectos de nuestro rápido ajuste. Tenemos más trabajo que hacer”.
Powell dio la bienvenida a la reducción en el crecimiento de los precios generales en octubre y noviembre, pero advirtió que “se necesitarán muchas más pruebas para dar confianza de que la inflación está en un camino descendente sostenido”.
En un comunicado, el banco central de Estados Unidos indicó que “los aumentos continuos” de la tasa de interés oficial serán “adecuados” para garantizar que la Reserva Federal contenga la economía lo suficiente como para controlar el crecimiento general de los precios.
Junto con la decisión sobre las tasas de interés, la Reserva Federal publicó un “diagrama de puntos” revisado de las proyecciones individuales de los funcionarios sobre las tasas de interés, que indicaba un apoyo a un mayor endurecimiento el próximo año. La estimación promedio de las tasas de los fondos federales para finales de 2023 se elevó a 5.1 por ciento, frente al 4.6 por ciento que se pronosticó la última vez que se publicaron las proyecciones en septiembre. Esto indica que todavía quedan por subir las tasas en 0.75 puntos porcentuales.
La mayoría de los funcionarios consideran ahora que la tasa de interés oficial descenderá a 4.1 por ciento en 2024 y a 3.1 por ciento en 2025. En comparación con 3.9 y 2.9 por ciento, respectivamente, que se previó hace tres meses.
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El comercio estuvo agitado luego de la declaración y la conferencia de prensa de Powell. El S&P 500 cerró con una caída de 0.6 por ciento y el Nasdaq perdió 0.8 por ciento. El rendimiento del Tesoro a dos años, que se mueve con las expectativas de tasas de interés, se mantuvo estable en 4.2 por ciento.
Jay Barry, codirector de estrategia de tasas de EU en JPMorgan, dijo que antes de la decisión, los inversionistas habían debatido si la Fed abandonaría el lenguaje de “aumentos continuos” en favor de algo más moderado. Seguir con la fraseología “sugiere que estamos a varias reuniones del ciclo de ajuste que se está realizando”, agregó.
Los responsables de la formulación de políticas aumentaron sus pronósticos de inflación para el próximo año, con una estimación promedio del índice de precios de los gastos personales de consumo básicos —su indicador de inflación preferido— de 3.5 por ciento, en comparación con el 3.1 por ciento que se previó en septiembre.
En 2024, la mayoría de los funcionarios anticipan que solo habrá descendido a 2.5 por ciento, todavía por encima del objetivo del banco central. Al año siguiente se pronostica que disminuya a 2.1 por ciento.
Como reflejo de las expectativas de los funcionarios de que tendrán que apretar la economía más de lo previsto, los responsables de la formulación de políticas se mostraron más pesimistas sobre las perspectivas. Se prevé que la economía crezca solo 0.5 por ciento en 2023, antes de registrar una expansión de 1.6 por ciento en 2024, cuando la tasa de desempleo alcance un máximo de 4.6 por ciento.
En septiembre, la mayoría de los funcionarios predijeron un crecimiento económico del 1.2 por ciento para 2023, a lo que le seguiría un aumento de 1.7 por ciento en 2024, con una tasa de desempleo máxima de 4.4 por ciento.
Powell señaló que los funcionarios de la Reserva Federal habían aumentado de forma constante sus pronósticos para las tasas de interés máximas y advirtió: “No puedo decirles con confianza que no subiremos nuestra estimación otra vez”.
Cuando se le preguntó acerca del potencial de recortes de tasas el próximo año, como anticiparon los operadores de futuros de fondos federales, Powell dijo que la Fed aún no está en el punto de pensar en la relajación.
“No nos vería considerando recortes de tasas hasta que el comité esté seguro de que la inflación se está moviendo hacia abajo al objetivo de 2 por ciento de manera sostenida. Esa es la prueba”, dijo, y agregó que el gráfico de puntos no sugiere ninguna relajación en 2023.
La reunión de diciembre marca una coyuntura importante para la Fed, que este año se embarcó en el intento más agresivo de endurecer la política monetaria desde principios de la década de 1980. A medida que las acciones del banco central empezaron a tener un impacto notable en la economía, surgió un debate sobre qué tanta restricción más es necesaria para controlar las presiones inflacionarias que todavía son elevadas en muchos sectores.
A medida que las acciones de la Fed tienen un impacto notorio en la economía, surge un debate sobre cuánta mayor moderación es necesaria para controlar las presiones inflacionarias que siguen elevadas en muchos sectores.