Ford pondrá planta de níquel con 4,500 mdd y socio chino

Indonesia. La automotriz anunció el mes pasado que adquiriría una licencia de tecnología de CATL, el mayor fabricante de baterías, en el más reciente intento de llevar su cadena de producción al gigante asiático

Procesarán el metal para fabricar fuentes de energía para 2 millones de autos al año. REUTERS
Harry Dempsey
Londres /

La asociación del grupo automotriz estadunidense Ford con el grupo minero chino Huayou Cobaltse y el brasileño Vale se produce en un momento en el que la administración de Joe Biden trata de desarrollar una industria nacional de baterías.

Ford anunció sus planes para invertir alrededor de 4 mil 500 millones de dólares (mdd) en una planta de materiales de baterías en Indonesia junto a un grupo minero chino. La última apuesta del grupo automotriz estadunidense para que llevar a China a su cadena de suministro de vehículos eléctricos no será contraproducente en Washington.

El segundo grupo automotriz más grande de Estados Unidos se asoció con Huayou Cobalt de China y el grupo minero brasileño Vale en la instalación de Pomalaa, planta que ayudará a suministrar el níquel necesario para producir 2 millones de vehículos eléctricos al año.

La inversión planeada se produce después del anuncio que Ford realizó el mes pasado de que adquiriría licencia de tecnología de CATL de China, el fabricante de baterías más grande del mundo, un movimiento que produjo críticas por parte de algunos legisladores estadunidenses.

La decisión de Ford de profundizar los vínculos con compañías chinas se produjo en un momento en el que el presidente Joe Biden ofreció 369 mil millones de dólares de incentivos y subsidios fiscales verdes en un intento de dar a Estados Unidos el liderazgo en la carrera mundial de la energía limpia.

Bajo la reciente Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por su sigla en inglés), los consumidores pueden beneficiarse con créditos fiscales de hasta 7 mil 500 dólares en vehículos eléctricos que usan baterías sin componentes o materias primas provenientes de una “entidad extranjera que cause inquietud”, incluyendo a China.

Se espera que el Tesoro de Estados Unidos aclare el viernes los requisitos de elegibilidad para obtener los créditos fiscales al consumidor para los vehículos eléctricos, que se conceden si una cantidad determinada de las materias primas o componentes de las baterías provienen de esta misma nación o de países socios de libre comercio.

El menor costo de producción que se logra a través de socios chinos es lo que representa una apuesta para Ford de que puede vender los vehículos eléctricos más baratos que los competidores al seguir incluyendo a China en su cadena de suministro, incluso si eso significa renunciar a algunos o incluso todos los créditos fiscales. Sin embargo, Ford y otros grupos automotrices cabildean con el gobierno de Estados Unidos para que se desarrolle una interpretación generosa de la IRA.

“Este marco le da a Ford el control directo para obtener el níquel que necesitamos, pero además en una de las formas de menor costo de la industria”, destacó Lisa Drake, vicepresidenta de industrialización de vehículos eléctricos para Ford Model e.

Sin embargo algunos legisladores estadounidenses critican a Ford por su estrategia. Por ejemplo, el senador republicano Marco Rubio de Florida presentó un proyecto de ley a principios de este mes que tiene a Ford en la mira, ya que prohibiría el crédito fiscal para los vehículos eléctricos construidos con baterías fabricadas, en el futuro, en una planta establecida en Michigan, pero que tiene planes de adquirir una licencia de tecnología china.

El níquel procedente de Indonesia, que posee las reservas de níquel más grandes del mundo, resultó ser controvertido para los grupos automotrices occidentales. Lo anterior se debe a que la mayoría de la producción del país está controlada por compañías chinas y genera grandes cantidades de emisiones de carbono y residuos mineros en comparación con proveedores alternativos como Canadá o Australia.

Una incertidumbre clave que existe sobre la IRA es si la definición de “entidad extranjera de inquietud” abarcará la producción controlada por China en terceros países como Indonesia.

Algunos ejecutivos de la industria minera tienen la expectativa de que los proyectos que están desarrollando con empresas chinas con menos de 50 por ciento de participación en una empresa conjunta sean aceptables.

En julio pasado, la automotriz estadunidense y sus socios en la planta prevista de Pomalaa firmaron un memorando en el que el grupo automotriz estadunidense tendría una participación de 17 por ciento, la de Huayou sería de 53 por ciento y la de Vale de 30 por ciento.

La firma brasileña confirmó el pasado jueves que su participación en el consorcio será de 30 por ciento, pero Ford y Huayou se negaron a confirmar el tamaño de sus participaciones.

Por su parte el gobierno indonesio está fomentando más inversiones de compañías estadunidenses y europeas en su industria de níquel.

Un funcionario indonesio aseguró que la planta de Pomalaa “muestra que el suministro de materias primas necesarias para los vehículos eléctricos es lo suficientemente importante como para que las compañías estadunidenses estén dispuestas a trabajar con socios chinos para asegurar algunos suministros como la materia prima”.

George Fang, quien es el actual vicepresidente senior de Huayou Cobalt, calificó el proyecto Pomalaa como “uno de los más emblemáticos de la Iniciativa de la Franja y la Ruta”, refiriéndose a las inversiones de infraestructura que está realizando Pekín en diferentes naciones del mundo en desarrollo.

Financial Times Limited. Declaimer 2021

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