Las bandas criminales transnacionales se convirtieron en un problema tan grave en América Latina que perjudican el desempeño económico general de la región, de acuerdo con un alto funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Rodrigo Valdés, director del organismo para el hemisferio occidental, dijo que los gobiernos de la región tienen que trabajar juntos para luchar contra los grupos ilegales, cuyas actividades —incluidos el tráfico de drogas, el contrabando de inmigrantes y la extorsión— lastiman el crecimiento y la inversión y arruinan la vida de los ciudadanos.
El aumento de la demanda de cocaína a escala mundial alimentó el surgimiento de cárteles del narcotráfico más grandes y poderosos en toda América Latina. Estas bandas, algunas de las cuales tienen vínculos con el crimen organizado en Europa, Estados Unidos y África, recién ampliaron las rutas de contrabando, provocando un derramamiento de sangre en países de la región anteriormente más estables, como Ecuador, Chile, Paraguay y Uruguay.
La investigación que realizó el fondo, que se publicará en su reunión anual del próximo mes en Marrakech, demuestra que “tener una tasa de asesinatos más alta está más que correlacionado (con)… un menor desempeño económico, en términos de crecimiento y de inversión”, dijo Valdés, señalando que las encuestas en toda la región muestran que el aumento de la delincuencia es la primera o segunda preocupación de los ciudadanos.
“No es una preocupación global, pero para América Latina debe ser una prioridad”, declaró a Financial Times.
Valdés dijo que la ola de delincuencia también está relacionada con problemas de la sociedad como la “horrible” distribución de los ingresos y una mayor falta de oportunidades, pero añadió: “Tenemos que trabajar en la eficiencia del Estado para controlar los crímenes”.
El funcionario elogió a las naciones latinoamericanas en una publicación en un blog esta semana por responder “adecuadamente” a la pandemia, diciendo que los gobiernos gastaron más para hacer frente al covid —al igual que otros países—, pero luego retiraron el gasto adicional más rápido, lo que ayudó a evitar el endeudamiento excesivo y a controlar la inflación.
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También elogió a los bancos centrales regionales por actuar con “excepcional rapidez” para subir las tasas de interés antes y más que en otros lugares.
Pero los gobiernos ahora necesitan garantizar un entorno de inversión estable y predecible e impulsar la productividad a través de un mayor gasto en salud y educación para que la región se beneficie de la transición a las energías limpias y de la reubicación de la producción a lugares más cercanos a los grandes mercados de consumo, indicó Valdés.
“La energía y el cambio climático son temas que darán mucha importancia a la región”, dijo Valdés. “Tenemos el lado minero y también el hidrógeno verde, así como la deslocalización a lugares más cercanos de las cadenas de producción por consideraciones geopolíticas y de seguridad”.
“Tenemos que hacer cosas (para beneficiarnos). Es muy importante pensar en cómo tener reglas regulatorias que sean más coherentes y estables”, señaló, y agregó que los inversionistas necesitan garantías de que las reglas no cambiarán arbitrariamente.
Argentina es el mayor deudor individual del FMI con un programa de rescate financiero de 44 mil millones de dólares, sucesor de un fallido plan de rescate de 57 mil millones que se acordó en 2018. La nación sudamericana, donde la inflación ya alcanzó 114 por ciento, no ha cumplido en repetidas ocasiones sus objetivos económicos de la línea de crédito ampliada de 30 meses del fondo que acordó el año pasado.
Los inversionistas critican al FMI por no insistir en condiciones más estrictas y reformas estructurales más profundas para Buenos Aires, pero Valdés defendió la última revisión y desembolso del fondo de 7 mil 500 millones de dólares el mes pasado. Dijo: “No resuelve todos los problemas, pero es una combinación de devaluación, política monetaria restrictiva y (política) fiscal estricta que debe ayudar a asegurar la estabilidad.
“Fue una buena decisión del fondo realizar esta revisión con todas las medidas políticas adjuntas. Estamos en un mundo de terceros mejores aquí, por la historia que tenemos en Argentina y porque estamos en medio de elecciones”.
Javier Milei, el candidato libertario que ganó las elecciones primarias de Argentina el mes pasado, propuso dolarizar la economía y cerrar el banco central para combatir la inflación si gana las elecciones presidenciales que se realizarán en octubre.
Si bien la dolarización será una decisión soberana para Argentina, el FMI querría que se cumplieran ciertas condiciones si Buenos Aires opta por eso.
“El lado fiscal tiene que estar en orden”, dijo Valdés. “Lo segundo es que probablemente a largo plazo para que esto funcione más o menos bien es necesario que los mercados laborales y de productos sean bastante flexibles”.
“Antes de una dolarización ordenada, se necesita cierto grado de estabilidad nominal”, añadió. “Es algo que debemos seguir discutiendo dependiendo del resultado de las elecciones”.